La inversión en construcción presentó en febrero indicios de desaceleración, al registrar una contracción mensual de -1.3% respecto a enero, ajuste determinado principalmente por el retroceso de la inversión residencial.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indicó que la inversión residencial retrocedió -15.6%, en tanto la inversión no residencial aumentó apenas 1.1% en relación a enero.
En el primer bimestre del año, el indicador de formación bruta de capital fijo de la construcción avanzó 16% a tasa anual.
Señalaron analistas de Banco Base que el crecimiento de la inversión no residencial (24.6% anual enero-febrero) fue “gracias a la fuerte inversión en obras públicas que se realizó en 2022 y 2023, y se espera que durante el 2024 logre mantenerse un alto nivel de inversión para terminar varios proyectos emblemáticos del gobierno”.
Mientras que en Monex opinan que “al interior del rubro de construcción, se refleja un comportamiento volátil del sector residencial; mientras que la no residencial conserva una trayectoria más positiva, favorecida por la finalización de los proyectos insignia de la actual administración, que continuará hasta el cierre de año”.