Nancy Pelosi es la mujer más poderosa en Estados Unidos, es la segunda en la línea sucesoria en Estados Unidos en caso de desaparecer el presidente (primero la vice presidenta y luego ella), por lo que sus declaraciones y acciones entre las que se encuentran los viajes internacionales, tienen un significado profundo.
La visita de Pelosi a Asia se inscribe en la narrativa que justifica la intervención de Estados Unidos a lo largo del planeta promoviendo la democracia. Pero hay que contextualizar esas lecciones absurdas de democratización desde un país dónde entre otras linduras se suprime el voto, los policías matan ciudadanos inocentes, se reprime severamente la protesta social y se tortura en bases secretas, así que mejor será ver a las maniobras políticas desde los intereses geopolíticos y geo estratégicos dentro de los juegos de poder mundiales.
Hay muchas interrogantes sobre la escala de Pelosi en Taiwan. La ONU sostiene el reconocimiento de una sola China, pero la líder del congreso, a la luz de la guerra en Ucrania decide mostrar la divergencia sobre China: una posibilidad puede ser reforzar la postura/deseo/intención de Taiwan para separarse de China; alterar el precario status quo sobre una sola China a la luz de las elecciones en China, aunque hay un solo partido; o si acaso hubiera información de inteligencia que indicara que China pretendería usar como pretexto la guerra de Estados Unidos contra Rusia en Ucrania para anexarse Taiwan. Mucho se especula al respecto.
La visita de Pelosi ha facilitado que Taiwan refuerce su narrativa sobre la provocación y amenaza de China, y que China tenga un pretexto para mostrar su músculo militar al realizar un gran ejercicio de guerra, que según sostiene el gobierno de Taiwan estaba largamente preparado. Cualquier gobierno diseña escenarios bélicos que activa en la coyuntura adecuada, ¿acaso Pelosi creó esa coyuntura? China también aprovechó para evadir su responsabilidad en la lucha contra el cambio climático como si castigara a Estados Unidos y no al planeta; China y Estados Unidos son los mayores contaminadores en el mundo y dada su interrelación económica se supone trabajarían en conjunto para proteger al planeta.
Putin aprovechó la visita para reafirmar su alianza con China y elevar el nivel de agresión en Ucrania, ahora pone en peligro una estación nuclear que podría desembocar en una tragedia peor a Chernobyl.
Visto desde la superficie sin contar con información confidencial y asumiendo un elevado nivel de error, se puede concluir que la visita de Pelosi no produjo ganancias para Estados Unidos, no cambió el status quo, es un error estratégico que abrió lo que puede ser una caja de Pandora, ya ahora por ejemplo, los halcones en el poder legislativo estadounidense están llamando a incrementar el involucramiento militar en Taiwán, lo que de suceder sin duda se encontrará con respuestas más fuertes de China. También puede ser que funcionó el intento de acorralar a China y alargar la guerra económica que inició Trump.
Supongamos hipoteticamente que China decide invadir Taiwan para anexarla. Habiendo aprendido la lección de Ucrania, tendrá que realizar una maniobra masiva que termine la operación rapidamente. ¿Qué hará Estados Unidos ante el hecho consumado? El mundo apenas se está ajustando a la inestabilidad creada por las sanciones contra Rusia y la posición económica de China es muy superior lo que dificulta las sanciones. La balanza comercial entre Estados Unidos y China registra exportación por 151,442 millones de dólares desde EUA, e importación por 504,935 millones desde China, muchas de esas operaciones pertenecen a empresas estadounidenses. Además es insoslayable el peso económico y político de China en varios países del mundo, posición que Estados Unidos ha perdido y que no tiene Rusia.
No hay que ignorar las acciones de otros países. Corea del Norte mantiene sus amenazas nucleares y quiere meterse a Ucrania; Irán aumenta su narrativa nuclear mientras amplía su penetración en la costa mediterránea, sostiene a Hezbolah en Líbano agravando la inestabilidad política y apoya a la Jihad Islámica para que pelee su guerra contra Israel. Podría ser que Israel aprovechó la crisis china para neutralizar los ataques planeados por la jihad, aunque ésta ha lanzado 1,000 en 3 días de agosto 2022 contra Israel, aunque 160 cayeron en la franja de Gaza asesinando niños palestinos. Por medio de la jihad islámica Irán amenaza a Egipto, Arabia Saudita y hasta a Hamas y la OLP, porque intenta romper con los equilibrios precarios para dificultar las pláticas de paz entre Israel y los países árabes.
La iglesia católica trata de limpiar la casa restandole fuerza al Opus Dei y haciendo llamados de paz porque está urgida de no perder su peso geopolítico en un mundo cambiante.
Muchas fuerzas aprovechan las aguas revueltas pensando que ante conflictos mayores no se les prestará atención, tal vez esto animó algunos golpes de Estado en África recientes, o simplemente vemos coincidencias en el tiempo cuando tensiones y ambiciones domésticas saltan a la palestra.
Tiempos difíciles están por delante.