La narrativa bajacaliforniana alude con frecuencia a los paisajes que conforman la península, y a los frutos que esa tierra brinda a la población, estos relatos con tintes bucólicos se sostienen con frecuencia en historias de familia y consiguen así que el lector se sienta identificado con este tipo de publicaciones.
En el caso de El Camino de Los Olivos de Josefina Alberich, texto que será presentado por el Centro Cultural Tijuana (Cecut), institución de la Secretaría de Cultura federal, se ofrecen temas recurrentes en el trabajo que la autora realizó en los últimos años, tiene el propósito de hacer conciencia y recuperar los valores arraigados en la identidad del Valle de Guadalupe en lo particular y de la bajacaliforniana en lo general.
Mediante la evocación de ciertos elementos protagónicos como el olivo, la vid, diversos frutales de la región, el paisaje, Alberich dota de un renovado interés a la zona indígena, resaltando características geográficas singulares y relevantes que de alguna manera han permanecido al margen de la valoración de la ciudadanía bajacaliforniana y particularmente de los niños y jóvenes, a quienes ella dedica este cuento.
En efecto El Camino de Los Olivos es un cuento infantil construido a partir de la recreación de recorridos que hicieron en esta zona, tanto la autora como su hija, caminatas, aluden también a una forma de fomentar valores y a generar esta conciencia necesaria en quienes habitan la península, con miras a ampliar el conocimiento que se tiene de la región.
La editorial Siglo XXI, de reconocido prestigio nacional propuso a Alberich editar el libro, para su presentación se hace imprescindible convocar a personalidades afines a la cultura como el Mtro. Alfredo Álvarez Cárdenas; y al entorno familiar de Josefina Alberich, como su propio hijo Virgilio Muñoz Alberich, quienes presentarán este volumen el próximo jueves 26 de mayo al Vestíbulo de El Cubo en punto de las 18:00 horas.
Álvarez es un intelectual destacado en el ámbito nacional e internacional. Actualmente es Coordinador de Gabinete del Gobierno de Baja California y fue director general del Centro Cultural Tijuana, así como Agregado Diplomático para Asuntos Económicos y Legales de la Embajada de México en los Países Bajos.
Álvarez Cárdenas es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma Metropolitana, con maestría en Administración Pública por la Universidad de Alcalá de Henares-Instituto Nacional de Administración Pública, en Madrid, España. Álvarez Cárdenas fue copresidente del Comité Binacional de Educación y Cultura Tijuana-San Diego entre 1998 y 2000
Destacan en su trayectoria su desempeño como copresidente del Consejo Asesor de la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza de octubre de 1995 a septiembre de 1997.
Por su parte Muñoz Alberich es consultor internacional en comunicación estratégica. Fue jefe de la Unidad de Vocería, Análisis Político y Medios Internacionales de la Presidencia de la República, así como director general de Comunicación Estratégica del Consejo de Seguridad Nacional entre 2006 y 2012.
Ha impartido seminarios y diplomados de comunicación estratégica en el Tec de Monterrey y la UNAM; además de haber sido investigador visitante en Columbia University y la Universidad de California San Diego. Sus análisis han sido publicados en los principales medios nacionales y de Baja California.
Fue consejero editorial de la sección internacional del periódico Reforma, así como del espacio informativo de Aire Libre 105.3 FM en la Ciudad de México. Es maestro en Seguridad Nacional por el Centro de Estudios Superiores Navales de la Secretaría de Marina, licenciado en Ciencia Política por el ITAM y reconocido como Visitante Líder Internacional, por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Respecto de este libro el Mtro. Virgilio Muñoz exdirector también de Cecut, y compañero de vida de la autora, comentó recientemente “mi esposa estaba convencida de la importancia de la cultura del vino. De ahí que ella haya dedicado sus últimos años de vida a profundizar en el tema y producirlo, como un elemento emblemático de la entidad y de proyección nacional e internacional, pero siempre se hacía la pregunta: ¿Qué pasa con la cultura del vino?”
“Ella, además, producía aceite de oliva y conservas de frutos de los árboles que sembraba, pero también le apasionaba escribir sobre la identidad del Valle de Guadalupe. Esta es la experiencia de una bajacaliforniana que nace con esos elementos en su entorno familiar y los lleva a lo largo de su vida, de aquí el interés de la asociación civil que lleva su nombre, Fundación Josefina Alberich, que tiene la misión de continuar su trabajo”, concluye el Mtro. Muñoz.