El Día Internacional de la Danza, 29 de abril, fue proclamado en 1982 por el Comité Internacional de la Danza del Instituto Internacional del Teatro (ITI), la fecha celebra a todos aquellos que pueden ver el valor e importancia de esta disciplina artística.
“Los que danzan tienen una potestad distinta sobre su propia geometría, sobre la dimensión fractal de las cosas y logran convertir la rabia, el dolor, el miedo, el amor, la tristeza, la alegría, en configuraciones sublimes porque su lenguaje es el movimiento y la belleza”, afirmó la Dra. Vianka Robles Santana, directora general del Centro Cultural Tijuana (Cecut), institución de la Secretaría de Cultura federal, quien, durante la noche del 28 de abril, inauguró en la Sala de Espectáculos la fiesta anual de la danza.
“La XXIII Muestra de Danza/Tijuana Cuerpos en Tránsito, no es un logro institucional, sino un logro de los creadores que siguen produciendo y que siguen creando nuevas realidades, gracias a ellos las instituciones estamos en posibilidad de ofertar a las audiencias nuevas formas de acercarse a la belleza”, recalcó la funcionaria.
La Dra. Santana destacó la importancia de los artistas, “para el Cecut, los artistas ocupan la primera línea, tenemos clara conciencia de que estos espacios sin su participación y de los creadores no tendrían ningún sentido, trabajamos para ellos y nos dedicamos a crear las mejores condiciones para que las diferentes disciplinas encuentren plataformas para la libertad y creación, pero sobre todo para pasar ese diálogo que necesitan crear con las audiencias”.
En esta edición, la fiesta anual de la danza celebra que esta disciplina artística está más viva que nunca en Tijuana y Baja California, así lo afirmó, Pablo Edén Tejada, Gerente de Producción Escénica del Cecut, quien además destacó que la muestra llega con la oportunidad de vernos y encontrarnos, con la posibilidad de presentar todas las actividades en formato presencial.
Durante la inauguración, la bailarina y actriz, Pita Zapot, leyó el mensaje del Día Internacional de la Danza, pronunciado este año por la directora del Ballet Nacional de Corea, Sue Jin Kang:
“La catástrofe del Covid-19 ha detenido la vida libre tal y como la conocíamos y estar en medio de esta tragedia nos hace replantearnos el significado de la ‘danza’ y de los ‘bailarines’. En un pasado lejano, la danza era un medio primordial de expresión y comunicación a través de los gestos, convirtiéndose en un arte escénico que conmovía el alma e inspiraba al público.
Aunque la situación está mejorando, los espectáculos de danza siguen estando sujetos a muchas restricciones. Esto nos hace atesorar los preciosos recuerdos de los tiempos en los que la danza y los bailarines brillaban como joyas e iluminaban el mundo, transmitiendo la angustia y la ansiedad humana, la voluntad y la esperanza de vivir.
El solitario y cansado público está sediento de la simpatía y del consuelo de los bailarines. Como bailarines, creemos que batir nuestras alas da esperanza a los corazones de los que aman el arte de la danza y les da el valor para superar esta pandemia. Mi corazón ya comienza a palpitar”.
Después del acto inaugural, la primera actividad en abrir el telón fue la pieza Desde el caparazón de la tortuga, de la Compañía Visual en colaboración con la compañía Danza Joven de Sinaloa del instituto Sinaloense de Cultura y la Licenciatura de Danza de la UABC.