El emotivo discurso del presidente de Ucrania
¿Podrá Zelensky salvar a las democracias y evitar que se repita la historia de la república española?
Hasta hace unos días Putin «sabía» que Ucrania estaba siendo dirigida por un «payaso», un «cómico» de televisión con agudas frases, pero «poco cerebro» y cero experiencia.
Hoy ha descubierto que estaba equivocado.
Hoy descubrió que Zelensky, el nieto de un miembro de la resistencia anti alemana, que terminó su carrera como coronel en las fuerzas armadas de Ucrania -una región/nación cristiano-ortodoxa altamente antisemita- a pesar de que él era judío, y al que ahora Putin quiere acusar de nazi.
Pero Zelensky además ha demostrado no solo ser el adulto en la relación ruso-ucraniana sino además tener el temple, el valor y la dedicación para sacrificar su vida y la de su familia por la independencia democrática de Ucrania.
Se calcula que en Ucrania hay alrededor de 400,000 judíos, 200,000 de ellos activos de una u otra forma en alguna organización judía de los cuales la inmensa mayoría son seculares humanistas y los demás son jasidim, varios miles de ellos originarios de Israel pero que hoy son ciudadanos de Ucrania.
De jasidim a seculares; de israelís a rusos; de yiddish parlantes a monolingües, los judíos de Ucrania forman hoy una de las comunidades mas diversas y dinámicas del mundo judío.
No es de extrañar que solo 75 personas respondieron al llamado de las autoridades de Israel invitándolos a salir del país y que todos los demás o se quedaron a luchar en la resistencia o se están movilizando -esperan temporalmente- a Polonia y Moldavia.
Los judíos ucranianos han sido parte de esta tierra por más de 400 años y a pesar de las matanzas primero del aristócrata ucraniano Chmelnitsiky en el siglo XVII, que los usó para su lucha contra el imperio polaco que controlaba estas tierras y que elimino a casi el 80% de la poblacion judía (y el 40% de la polaca) durante su levantamiento y después con la llegada de los nazis a los que los cosacos apoyaron «felizmente» y ayudaron, sin que nadie se los pidiera, a eliminar a las comunidades judías que sumaban1.5 millones de personas antes de la guerra de los que sobrevivieron apenas unos 100,000.
Es pues de sorprenderse que habiendo eliminado al 90% de los judíos del país, estos representan el 90% de los luchadores de la resistencia
Y de entre ellos estaba el zeide (abuelo) de Zelensky y los antepasados de una interminable lista de intelectuales, luchadores, científicos, escritores y músicos judíos contemporáneos cuya existencia y obra llena de orgullo a una comunidad enraizada en esta nación y a la que hoy, en lo que creo es el peor error de cálculo de su carrera, Putin define como «nazis» y pide a sus tropas loa ayuden a desnazificar Ucrania (realmente a los que hay que desnazificar de verdad es a los lituanos y a los polacos) pero no a los ucranianos que fueron ‘desnazificados’ durante y después de la guerra.
Putin llama a sus tropas a desnazificar Ucrania. Acusa pues de nazi a la dirigencia ucraniana la cual, a pesar de su pasado cristiano-antisemita eligió como presidente a Vlodimir Zelensky cuyo zedie, ya dijimos, fue miembro de la resistencia anti germana y posteriormente coronel del ejército ucraniano provocando una inmediata respuesta de Zelensky.
Si gracias a Putin, el tema judío vuelve a los encabezados de Ucrania.
Gracias a Putin el pasado de la resistencia ucraniana -mayoritariamente judía- contra los nazis vuelve a salir a flote.
Gracias a Putin Zelensky retoma su posición como líder y se proyecta como el líder paneuropeo, pacifista, educado y listo a resistir y morir por su patria que caracterizó primero a su abuelo y a él ahora.
Gracias a Putin, Zelensky, con su llamado a los ciudadanos del mundo -(no a sus gobiernos que lo han abandonado igual que abandonaron a España en la década de los 30’s)- igual como en su momento los llamó la república española, acudiendo al llamado millares de personas de diferentes países, llamado al que los judíos también respondieron por miles abandonando sus países para ir a formar las brigadas internacionales para luchar España.
En los 30’s gracias a la apatía y la inutilidad de Gran Bretaña, Francia y Rusia la democracia perdió, los populistas ganaron, la guerra cobro 50 millones de víctimas y al final, las democracias volvieron a ganar.
Hoy casi 100 años más tarde, los populistas (Putin, Nicaragua, Venezuela, Manuel Andrés, Gran Bretaña, Trump, etc.) vuelven a confrontar a los demócratas. Hoy casi 100 años después, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos son tan sordos al llamado de Ucrania como lo fueron al de España. Hoy a 30 años de haberse declarado la independencia de Ucrania de la Unión Soviética la KGB se enfrenta a la libertad y hoy, unidos más que nunca los judíos de Ucrania -incluyendo a los de origen israelí- se unen a sus vecinos cristianos, católicos y seculares para defenderse, nuevamente, de Rusia que los conquistó por primera vez hace 350 años cuando Chmelnitski les pidió su ayuda para deshacerse de los tártaros de Crimea y de los aristócratas polacos que los dominaban y que desde entonces hasta 1991 habían dominado esta región.
Hoy, en perfecto ruso, un judío proveniente de la resistencia armada contra alemanes y antisemitas personifica la resistencia contra el imperio ruso, pero as que nada, personifica la ilusión de los demócratas, de los que quieren vivir en libertad con su cultura y la de sus vecinos entrelazadas para crear un mundo mejor para todos.
La rueda vuelve a girar, ojalá esta vez sí ganen los buenos y pierdan los malos. Ojalá esta vez no haya Guernicas ni Francos, ni imperialistas, que triunfen.
Ojalá esta vez sea un «humilde’ cómico de origen judío con el carácter forjado en la resistencia y la sobrevivencia de generaciones el que, con su valor, su humanidad y su fortaleza salven al país y con él a Europa y a las democracias de todo el mundo que a pesar de su debilidad intrínseca son mejores opciones que vivir para la tiranía del populismo que las enfrenta.
Si, hay que agradecer a Putin que, por su error de cálculo, nos haya permitido apreciar el valor de Zielinski, su fortaleza, su calidad humana y como líder, como hombre y como mentsh* y con él, el valor de la libertad, la cultura y la verdad todos estos valores que los populistas desprecian y llevan décadas tratando de ahogar.
Zielinski, que, gracias a Putin, hoy se ha convertido en el líder judío más respetable del mundo, el que con más valentía defiende los valores del judaísmo europeo y de las democracias que los albergan, este hombre está confrontando al oso ruso para con su fortaleza defender ahora la libertad y los mejores valores de la humanidad.
¿Acudirá España en su ayuda como los judíos de Ucrania fueron a tratar de salvar a la República? ¿Despertarán las democracias? ¿Resarcirá Alemania sus pecados apoyando a las democracias? ¿Encontrará Francia un resabio de honor entre las cenizas de su historia? ¿Podrán los norteamericanos superar su cada vez más enfermizo ciclo electoral de dos años que los han convertido en el ente menos funcional entre las naciones del mundo?
Es momento de unirnos a través de las redes sociales, en las calles, desde nuestra trinchera para expresar el rechazo a la invasión rusa y el amor a la libertad.
Recuerde, si Zelensky gana, si sobrevive, ganamos todos.
Si el pierde, perdemos todos.
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*Mentsh en yiddish significa hombre honorable, integro