Tijuana.- Cientos de miles de tijuanenses ha hecho realidad sus sueños en Tijuana, una ciudad de migrantes que deciden vivir en esta frontera y pocos son los que desean regresar a su lugar de origen o cruza a radicar a Estados Unidos porque «ya tomaron agua de La Presa».
Pero atrás de la tan comentada frase que con tono de afirmación reza: «El que bebe agua de La Presa, ya no regresa» y la historia de esta obra lleva a los inicios de desarrollo de esta ciudad fronteriza, una de la 5 más pujantes de país pero también la más alejada del centro político de la nacional.
A 127 años del aniversario de la fundación de esta ciudad, una de las construcciones más importantes de Tijuana es la Presa Abelardo L. Rodríguez que cuando se empezó a construir, a fines de los años veinte, se le denominaba presa García o presa Tijuana, debido a que el cañón donde está asentada formaba parte del rancho Los García.
Parte del crecimiento que tuvo en sus orígenes Tijuana, fue cuando se la presa Abelardo L. Rodríguez, era parte de un sistema de siete presas en Baja California muy estudiado que de acuerdo a especialistas como Julio Torres Coto no se les dio continuidad, y asegura que cuando se construyo la canalización del Rio Tijuana, había voces que decían y criticaban que era muy ancha.
Sobre esas opiniones, dice a quienes creen que el ancho de la canalización del Río Tijuana es muy grande y lo quieren utilizar para ciclovías, para transporte público y otros proyectos, pero hay épocas en que el nivel del agua sube 4 metros de lado a lado, de la colonia Revolución a la Libertad, y esa cantidad sirve para que se ahogue cualquiera de nosotros, comentó en una de las reuniones del Grupo Reyes Heroles.
El historiador José Gabriel Rivera Delgado relata que en 1927 se inició la construcción de presa bajo la administración del gobernador Abelardo L. Rodríguez, que se suspendió en varias ocasiones, durante el transcurso de varios años, a raíz del constante cambio de gobernadores; incluso, una vez finalizada, no hubo acto de inauguración.