Como resultado de la jornada electoral realizada en 2019 para elegir gobernador, de acuerdo con los resultados de la página oficial del Instituto Estatal Electoral de Baja California (IEE BC), el partido MORENA (sin coalición) obtuvo un total de 348,529 votos de un listado nominal conformado por 2´811,075 electores. Lo cual significó el 12.40% de la preferencia electoral total en Baja California. Con respecto a la competencia, el Partido Acción Nacional (PAN), alcanzó 192,201 sufragios, es decir, 6.84%. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) apenas 39,093, lo que significó el 1.39%; mientras el Partido de la Revolución Democrática (PRD) logró 72,842, o sea, 2.59%.
Claro que si nos basamos en el 29.90% (840,486 votos) de participación ciudadana, las preferencias “crecen” considerablemente. Así, MORENA obtuvo 41.5% de los sufragios; el PAN, 22.9%; el PRI, 4.65%, y el PRD, 8.67%. Sin embargo, lo realmente interesante es analizar el comportamiento que tuvieron estos cuatro institutos políticos al comparar dicha elección con la más reciente, celebrada el 6 de junio pasado.
Si comparamos los 493,415 votos que recibió MORENA individualmente en 2021, notaremos un incremento de 144,886 sufragios. Sin embargo, al 31 de marzo pasado (última fecha proporcionada por el portal del IEE BC), el listado nominal se integró por 109,970 electores más, sumando un total de 2´921,045. De esta manera, MORENA obtuvo el 16.89% de la preferencia bruta.
Por su parte, el PAN conquistó 86,265 votos, representando el 2.95% de manera individual. El PRI también redujo sus preferencias pues de 39,093 sufragios en 2019, bajó a 30,275 en este año, es decir, convenció al 1.04% del listado nominal. El PRD apenas alcanzó los 8,990 electores, lo que representa el 0.31% del total de electores en Baja California. Quien, sin duda, sorprendió fue el Partido Encuentro Solidario (PES), quien registró 346,547 votos, es decir, el 11.86%.
Si analizamos los resultados con base en los 1´117,714 ciudadanos que emitieron su voto y que representaron poco más del 38% del listado nominal, los resultados se traducirían en los siguientes: MORENA (per se) obtuvo el 44.1%; el PAN logró el 7.72%; el PRI alcanzó el 2.71%; el PRD obtuvo el 0.8%, y el PES, el 31%.
De lo anterior, podemos concluir que, primero, la participación ciudadana durante las elecciones sigue siendo pobre; segundo, al tener un número reducido de electores que participan, se incrementan los porcentajes de votación, favoreciendo el ego de los partidos políticos. Sin embargo, una tercera conclusión es que los partidos políticos y las autoridades electorales no están haciendo bien su trabajo para persuadir al electorado y llevarlos a las urnas.
Cuarto, los partidos políticos han debido integrar coaliciones para ser competitivos, aunque queda claro que no para ganar. Quinto, podemos observar como los otrora invencibles ahora tienen ínfimas simpatías. Sexto, los dirigentes partidistas declaran ufanos contar con el apoyo de la ciudadanía, cuando ni siquiera saben (ni quieren) interpretar adecuadamente las estadísticas. Séptimo, como se aprecia en las estadísticas, quienes realmente eligen a nuestros gobernantes son las minorías.
Las matemáticas son ciencias exactas. Los números no fallan, son confiables. Por lo tanto, nos queda como lección que los partidos políticos vivirán mancomunados hasta que la urna los separe.
Post Scriptum: “En martes, ni te cases ni te embarques”, refrán popular.
* El autor es catedrático, escritor y estratega político.
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