La reforma a la Constitución para reclasificar a las empresas Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad como entidades públicas estatales, en lugar de empresas productivas del Estado, tendría un impacto negativo para su desempeño financiero, de acuerdo con la agencia crediticia Moody’s Ratings.
Los cambios legislativos harán que Pemex y CFE prioricen nuevas inversiones alineadas con la agenda del gobierno, pero, al mismo tiempo, revertirán su capacidad de competir con otros participantes del mercado, dijeron los analistas de la agencia estadounidense.
“La nueva designación asegura que las empresas seguirán recibiendo altos niveles de apoyo gubernamental y mantendrán roles dominantes en sus respectivos mercados de petróleo y electricidad”, escribieron los analistas liderados por Roxana Muñoz, en un reporte. “Sin embargo, su énfasis en asegurar el suministro energético del país sin considerar el costo o el beneficio podría debilitar el desempeño financiero de ambas empresas”.
Para Moody’s, es probable que la reforma también detenga la inversión privada en energías renovables, en ausencia de una mayor claridad sobre el marco que surgirá de la iniciativa y las implicaciones que tendrá para CFE y los competidores privados. Por ende, esperan que las plantas alimentadas con gas natural mantengan un papel preponderante para la generación de energía eléctrica en el país.