Las islas de calor representan un peligro latente para los habitantes de zonas urbanas con altas temperaturas, este fenómeno común en áreas densamente pobladas puede desencadenar enfermedades o causar la muerte, informó el ingeniero en bioquímica, José Carmelo Zavala Álvarez.
El director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX), explicó que las islas de calor son más propicias en el verano cuando las temperaturas alcanzan niveles extremos, por ejemplo, el municipio de Mexicali es un ejemplo preocupante, en los últimos dos meses han fallecido 35 personas por golpe de calor.
Las islas de calor surgen gracias a la combinación de materiales de construcción utilizados en edificios y vialidades que absorben gran cantidad de calor como asfalto o concreto.
Otros factores importantes son el color de los materiales, la escasez de vegetación, la falta de espacios abiertos, la ausencia de viento y la elevada humedad, que contribuyen al aumento de la temperatura en estas zonas, explicó el ingeniero en bioquímica
“Al momento no existe una medición o señalización específica para las islas de calor. Tenemos el concepto y pueden ser identificadas porque la diferencia de temperatura entre sombra y sol puede ser de hasta 10 grados centígrados. Vale la pena que tengamos identificados estos microclimas que pueden ser riesgosos para la salud y la vida humana”, destacó.
Zavala Álvarez reconoció a la organización Redspira por lograr una beca de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos, para estudiar las islas de calor en la mancha urbana de Mexicali.
Destacó la seriedad de Redspira en este proyecto pionero y en la implementación y monitoreo de la calidad del aire con casi 100 medidores en Mexicali y 50 más en proceso de instalación en Tijuana.
“Yo creo que hay que señalizar las islas de calor, hay que tener puntos de hidratación en esas zonas y disminuir el impacto de las temperaturas con vegetación, con fuentes y espejos de agua, con pinturas de colores claros en edificios y mobiliario urbano, incluso en pavimentos para que estas islas de calor no representen un riesgo a la vida de las personas”, precisó.
José Carmelo Zavala Álvarez, egresado del programa LEAD por el Colegio de México, destacó la importancia de sembrar vegetación con follaje que produzca sombra y amortigüe el impacto de los rayos solares, proporcionando refugio en las áreas afectadas por las islas de calor.
En cuanto al tiempo necesario para contrarrestar los efectos de las islas de calor, una vez identificadas y señalizadas, Zavala Álvarez consideró que el cambio de colores en edificaciones y suelos, con voluntad, se pueden implementar de manera inmediata, lo que requiere más tiempo es la siembra y crecimiento de vegetación útil para generar un microclima con temperaturas de menor impacto al ser humano.
“Depende de la vegetación y que los árboles crezcan o en su caso plantación de árboles ya grandes. Sin embargo, los cambios de mobiliario y de colores que no absorban tanto calor como los colores oscuros o negros se pueden hacer en corto plazo.
”Los veranos en Mexicali son terribles, mientras que Tijuana, debido a su ubicación en una cuenca aérea, nos da más movilidad de aire, aunque también este flujo llega a modificarse por los edificios contribuyendo a las islas de calor”, concluyó.