Claudia Sheinbaum dará a conocer su gabinete en el que nombres van y nombres vienen, pero lo interesante es saber cuáles y cuántas serán las herencias que dejará el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha demostrado que tiene sus querencias.
Más allá de los perfiles de los secretarios de Estado, habrá que ver si para la presidenta electa también aplica aquello de que los funcionarios deben tener “90 por ciento de honestidad y 10 por ciento de experiencia”, que aplicó el tabasqueño en muchos de sus nombramientos.
López Obrador ha tenido una marcada predilección por su secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, las hermanas Alcalde Luján, la titular de la SEP, Leticia Ramírez, Raquel Buenrostro y Ernestina Godoy, nomás por mencionar algunas, y no sería raro que se mantengan en algún cargo en el próximo sexenio.
Otro caso es el de Martí Batres, quien lo ha acompañado en su travesía política en la fundación de Morena y a quien le tiene un especial aprecio y que, sin duda, estará en una posición relevante.
Por lo pronto, como los primeros en la lista, sin duda, están Juan Ramón de la Fuente, en SRE; Marcelo Ebrard, en Economía; Mario Delgado, Gobernación, y en Seguridad, Omar García Harfuch, además de David Kerhenobich, en Salud, y Rosaura Ruiz, en Educación.
Hasta el momento, el único confirmado que repite es el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O., a propuesta del propio presidente.
CIRCUITO EXTERIOR.- Morena y aliados lograron recuperar el municipio de Tlalnepantla, uno de los más importantes de la zona conurbada, en las pasadas elecciones, que mal gobernó durante tres años el priista Tony Rodríguez, quien fracasó en su intento por reelegirse.
Paradójicamente el morenista Raciel Pérez tampoco logró repetir en el cargo en las elecciones del 2021, pero volvió a competir en este 2024 y recuperó ese municipio impulsado por el tsunami guinda, aunque también se asegura que algo tuvo que ver el PRD.
Los dirigentes perredista Omar Ortega y Agustín Barrera le jugaron las contras a Tony y se lanzaron a los brazos del morenista mediante un “pacto en oscurito” operado desde Palacio de Gobierno, donde han sabido hacer buenos amigos.
Raciel ganó Tlalnepantla como apenas cinco puntos de diferencia y habrá que esperar a ver si en esta ocasión ofrece los resultados de los que careció en la administración 2018-2021, la que sea dicho de paso ganó por la ola obradorista.
Claro está el pacto incluye posiciones políticas para los dueños del extinto PRD en el Estado de México y ya se frotan las manos para la repartición, aunque todavía hay tiempo para que se parta el pastel.
Al derrotado Tony Rodríguez lo persiguió la sombra del asesinato de su exdirector de administración municipal, Luis Antonio Gutiérrez Herrera, quien fue ultimado a tiros en abril pasado y que, hasta el momento, sigue sin esclarecerse.
A Ortega y Barrera no les fue del nada mal el 2 de julio a pesar de que el partido perdió el registro, ya que también en Coacalco se van a llevar una buena tajada de cargos con el David Sánchez Isidoro,
El controvertido priista consiguió reelegirse y conservar para su partido y la alianza el único municipio de la zona conurbada, junto con Atizapán, con Pedro Rodríguez, y aunque más alejado el municipio de Huixquilucan de la mano de Romina Contreras.
Por cierto, la gobernadora Delfina Gómez realizó su primer ajuste en el gabinete al aceptar la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Andrés Andrade, y nombrar en su lugar al teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, quien se desempeñó como titular de Seguridad en Sinaloa en las administraciones de Quirino Ordaz y de Rubén Rocha.