La inversión pública no genera NEGOCIOS, debe establecer las condiciones necesarias para atraer dinero que aumente la productividad de un país; sin asumir de manera directa los peligros financieros u operativos.

La inversión extranjera directa (IED) representa un fracaso en México, debido a la carencia de comprensión del concepto de su atracción. Consideremos que la IED está compuesta por:

  • Nuevas inversiones,
  • Reinversión de utilidades
  • Cuentas entre compañías

Se efectuó un análisis de la IED, y se basa en los datos del primer trimestre de cada año en el periodo comprendido entre 2018 y 2024, donde el dinero que ingresó durante esos meses representó la mayor contribución anual esperada de las inversiones; la cual indica la cantidad de ingresos que el país podría obtener al final de cada cierre durante el mes de diciembre.

Según datos de la Secretaria de Economía (SE), en este periodo evaluado, la inversión total con los tres rubros ha experimentado un aumento del 44% en el total, de 2018 a 2024, avanzando de los 14 mil millones de dólares (mdd) hasta los 20 mil mdd.

Al analizar el total de la IED, encontramos que las nuevas inversiones que generan nuevos empleos, negocios, impuestos, acceso a tecnología y ayudan al incremento del flujo del dinero que circula en el país, se han contraído un 69%. En 2018 había cierta atracción del país, lo que trajo consigo dinero fresco por alrededor de 2 mil mdd, pero en 2024 se redujo a 600 mdd. Esto implica una desconfianza generada por los riesgos políticos, financieros, sociales y reguladores.

Dado esta situación, las empresas establecidas, ante la carencia de un crecimiento interno sostenido, decidieron mantener los negocios y solo incrementar un poco sus precios dada la disparidad del poder adquisitivo de las personas y un mercado con una elevada competencia para mantener a los clientes.

Las compañías que operan en México solo reinvirtieron sus utilidades generadas, con el fin de mantener el negocio y su participación en el mercado y así mantenerlas a flote; mientras que los riesgos asociados al país pudieran disminuir o cambiar y poder enviar nuevos recursos para incrementar el negocio. Este rubro, dentro de la IED creció un 71%. En 2018, el monto era de aproximadamente 11 mil 454 mdd, y en 2024 pasó a 19 mil 615 mdd. Se podría decir que, hay un gran número de dinero circulando, pero tenga en cuenta que los impuestos a pagar están en función de las utilidades después de los costos.

En vista de esta circunstancia y de las incertidumbres geopolíticas, las matrices de las empresas optaron por remitir una cantidad menor de dinero a sus unidades en México. Este dinero dejó de transferirse en el ámbito de la IED de las cuentas entre compañías, lo cual se empleó en mercados que propiciaran un incremento en el dinero y con una menor probabilidad de riesgos. El dinero que se envió en 2018 sumó 680 mdd, pasando a solo 99 mdd en lo que va de 2024.

Respecto a los conceptos de la IED en México, podemos afirmar que no existen nuevos negocios, las empresas se mantuvieron, y las matrices mejor enviaron dinero a otros países que tuvieran un menor riesgo en el país.

México sin un socio comercial como Estados Unidos y sin un T-MEC, se desmoronaría económicamente, debido a una falta de atractivo comercial para invertir. Nuestro vecino del norte aumentó la inversión de 2018 a 2024 en un 100%, pasando de 5 mil mdd a 10 mil mdd. Sin embargo, el país que abandonó a México de forma abrupta fue España; disminuyendo hasta 7 veces lo invertido en comparación con 2018, pasando de los 2 mil 400 mdd a solo 350 mdd. Existe un incremento en países como Alemania, Japón y Canadá, sin embargo, se tienen salidas de fondos de Reino Unido, Países Bajos, entre otros.

En este sentido, México al estar cerca del mayor país importador y con un mercado de alto consumo (y con base en el T-MEC), se ayuda a mantener de un 80 a un 85% del total de mercancías que exporta al mundo, al mantener cautivo al país de las barras y las estrellas. Pero esto puede cambiar en 2026, al haber negociaciones que podrían poner ciertos aranceles en donde no los había; recordar que las empresas que buscan relocalizar su producción son inversiones nuevas, y si no encuentran las condiciones necesarias, pueden simplemente no llegar o estar en un periodo corto, para buscar otras regiones. Tengamos presente que el dinero no reconoce ideologías.

Sin embargo, ¿de qué ayudará tener nuevas compañías si no dispones de energía?, hoy en día, el mundo y los países dependen de esta para incrementar el PIB. Al examinar la IED en el ámbito energético, se puede afirmar que: el mercado eléctrico es el más afectado; saliendo entre uno 100 y 200 mdd en cada primer trimestre de cada año en el rango analizado. Es inquietante esta desinversión, ya que el mundo de los negocios se encuentra destinado a la electrificación de todas las actividades humanas.

En 2018, la energía representaba el 12% del total de la IED, mientras que en 2024 no alcanzaba el 7%. La cuestión que abordar es: la nación puede aportar el total del dinero requerido para este sector, debido a la carencia de tecnología propia por parte de las empresas del Estado; y ante una inversión en este sector por parte del sector público del 90%, será prudente que el país asumiera el peligro financiero ante la incertidumbre de la inflación y un costo del dinero elevado en la actualidad.

El fracaso de la IED no se encuentra en el total acumulado, se debe a la incapacidad de captar nuevas inversiones reales para que fluyan en el territorio nacional; y al no hacerlo, se mantiene la misma suma de dinero circulando dentro del país.

El flujo necesario de dinero solo podría aumentar con el incremento del gasto público, lo que podría generar un mayor déficit presupuestal; debido a la carencia de ingresos adicionales por los nuevos impuestos que deberían provenir de la nueva IED por nuevas empresas, y que generen un negocio en un mercado cada día más demandante de modernidad y satisfacción para la vida cotidiana de cada ser humano.

No perder la perspectiva, un gobierno no debe repartir la riqueza de un país, sino que debe poder incrementarla; permitiendo que otros asuman el peligro, y solo regular a través de entidades autónomas y con políticas públicas que garanticen una certeza jurídica, política, social y energética. En caso contrario, no se establecerá una sociedad adaptada a los cambios.

¿México fracasó en la IED? ¿Cuál es tu opinión respecto a este asunto?

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