Ayer, a mediodía, se publicó en las redes un video donde aparece Juan Pablo Gálvez en las afueras de un antro capitalino peleándose con los cadeneros del lugar. El hijo de la candidata presidencial opositora claramente está borracho, drogado o ambos. Despotrica todo tipo de groserías y trata de agarrarse a golpes con uno de ellos.
Es, sin duda, un video patético de un joven clasista descontrolado.
No es gratuito que este video haya salido en vísperas del primer debate presidencial que se llevará a cabo el domingo que viene. Alguien de la campaña de Claudia Sheinbaum quería pegarle a Xóchitl Gálvez con el video de marras.
La campaña de la candidata opositora hizo, creo, un buen control de daños.
En menos de tres horas salió otro video del mismo Juan Pablo explicando que esto había sucedido hace más de un año, que él se arrepintió de lo sucedido y ofreció disculpas a los cadeneros afectados. Más aún, anunció que se retiraba de la campaña de su madre, donde se desempeñaba como coordinador de las redes juveniles a favor de Xóchitl.
Como todos nosotros, el chavo se equivocó, se disculpó y asumió las consecuencias. En este país en que pocos se hacen responsables de sus actos, fue lo que tenía que hacer.
También aparecieron videos antiguos de Xóchitl donde había hablado del alcoholismo de su hijo y lo duro que había sido enfrentarse a un vástago cuya vida estaba a la deriva en ese momento.
En una entrevista banquetera, Gálvez afirmó ayer que, como a ella no le habían encontrado nada, tenían que recurrir a videos de su hijo.
En suma, hubo respuestas y consecuencias, por eso creo que fue un buen control de daños.
El golpe, sin embargo, estaba dado. Ya sabemos que el lopezobradorismo juega duro. A ellos sí les gusta atacar, pero, cuando son objeto de ataques, se quejan de lo que erróneamente llaman como “guerra sucia”. Como en tantos temas, son unos hipócritas.
Claramente, están preocupados por lo que pueda ocurrir el domingo que viene en el debate.
Para Xóchitl, este evento debe convertirse en un punto de inflexión de su campaña. Se le está acabando el tiempo para alcanzar a Claudia en las encuestas. Gálvez es la candidata obligada a “matar o morir”, si se me permite esta expresión.
No sé si el formato acordado por el INE le dé la oportunidad de lanzarse duro en contra de Claudia. Pero, como sea, Xóchitl debe hacerlo. Como recomienda el manual de las campañas, no sólo atacar las debilidades de la exjefa del Gobierno capitalino, sino sus fortalezas.
A Sheinbaum la oposición la ha tratado bastante bien. No han usado, por ejemplo, el tema de la caída de la Línea 12 del Metro que dejó 27 muertos. Esta obra se construyó durante el gobierno de Ebrard y se derrumbó en el de Claudia. O fue un error en la edificación o en el mantenimiento o en ambos.
Material conocido para atacar a Sheinbaum existe. También a López Obrador. El reto es cómo dar los golpes para desequilibrar a la candidata morenista.
Por lo pronto, la campaña de ésta ya lanzó el primer leñazo con el video de Juan Pablo. Es muy claro el mensaje.
Y es que Claudia es la candidata que tiene más que perder en el debate. Si por ella fuera, no asistiría al evento. Como no se ha presentado a universidades o actos organizados por el sector privado. Con mucha disciplina, se ha dedicado a administrar su ventaja en las encuestas.
Pero el domingo tiene que comparecer y demostrar que está lista para ser la primera Presidenta de México. Que tiene el carácter y los argumentos para defenderse de los ataques que pueda recibir de Xóchitl porque no creo que el tercer candidato, Jorge Álvarez Máynez, vaya a atacarla. MC está jugando el papel de dividir a la oposición para fortalecer al oficialismo.
A lo largo de su carrera profesional y política, Xóchitl ha sido una mujer que se crece con el castigo. En una de ésas, lo del video de su hijo la envalentona y le da más fuerza para salir a atacar a Claudia el domingo en el debate.
Si es así, será interesante ver la reacción de Claudia, quien, hasta ahora, ha hecho campaña entre algodones. Ella tiene todos los incentivos para no pelearse y presentarse como si ya fuera la próxima presidenta. Utilizar el debate para que la gente compruebe que lo único que le falta es ponerse la banda presidencial. No subirse al ring con los perdedores, sino mostrarse como la inminente jefa del Estado.
Pero, si no contesta los ataques o lo hace mal, corre el riesgo de que el debate se convierta en un punto de inflexión, donde Xóchitl comience a subir en las encuestas a expensas de las preferencias a su favor.
El debate comenzó ayer con el video. Por lo que se aprecia, va a estar bueno.
- X: @leozuckermann