Los países de América Latina y el Caribe poseen el potencial para lograr una transición verde para lograr un desarrollo sostenible que aporte al crecimiento económico sostenible y combata las desigualdades, de acuerdo con un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Sin embargo, este potencial se ve mermado por la desconfianza en los gobiernos, las desigualdades que persisten en las poblaciones, el limitado espacio fiscal, e inclusive, el cambio climático, explicó Elsa Pilichowski, directora de Gobernanza Pública de la OCDE,
“La región de América Latina y el Caribe tiene un gran potencial para crecimiento, pero también requiere que las instituciones públicas continúen con la transición ecológica, al mismo tiempo luchando contra las restricciones fiscales. […]
Lo que cabe recalcar de entrada son los inmensos recursos naturales y su potencial para hacer frente a la transición verde. Sin embargo, la región también está gravemente expuesta a los efectos del cambio climático. El número medio de fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el clima, aquellos que afectan a 100 mil personas o más y cuestan más de 2 por ciento del PIB, casi se ha duplicado en la región, pasando de uno cada dos años entre 1980 y 2000, a cerca de un fenómeno anual entre 2001 y 2022″.
Durante la presentación del informe Panorama de las Administraciones Públicas: América Latina y el Caribe 2024, dijo que adicionalmente hay limitantes en las finanzas públicas de los países de la región.
“Casi todos los países de la región tienen déficits presupuestarios más elevados que antes de la pandemia. Además, los niveles de deuda han aumentado del 46 por ciento de media en 2007, al 66 por ciento, en 2022. En este contexto, es esencial que la región despliegue todos los recursos disponibles para construir la sostenibilidad y el mayor impacto socio-económico posible para las personas”.
Si bien se han apreciado mejoras en aras de lograr un crecimiento sostenible, Ana María Ibáñez, vicepresidenta del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), indicó que es necesario mejorar cuestiones de gobernanza públicas y de participación ciudadana para la elaboración de políticas públicas.
“La región también necesita mejorar en algunas capacidades claves de gobernanza pública para impulsar la prosperidad sostenible y alcanzar objetivos sostenibles e inclusivos. Más concretamente en nuestra región, necesita mejorar la gobernanza pública para lograr una transición verde y responder a los impactos sociales y económicos de un cambio climático. Esto significa, que los gobiernos deben ser más transparentes y responsables de sus decisiones, tienen que mejorar la elaboración de políticas basadas en pruebas empíricas y ser capaces de supervisar y medir el impacto de las políticas”.
