Las empresas privadas de hidrocarburos que, durante el paso del tiempo, no encuentren algún yacimiento comercialmente viable, se irán de México, toda vez que ya no haya nuevas oportunidades como consecuencia de la cancelación de las Rondas petroleras.
A diez años de la aprobación de la Reforma Energética y sus leyes secundarias promovida por el ex presidente Enrique Peña Nieto, que abrió el sector a las inversiones privadas nacionales e internacionales, la industria se dijo en buen ánimo de continuar trabajando en México a futuro.
Sin embargo, la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI) reconoció que la falta de más rondas petroleras eventualmente provocará que las compañías que no han encontrado algún yacimiento comercialmente viable con el paso del tiempo irán saliendo del país.
“Las empresas que ahora tienen algún tipo de contrato, ellos son los que continúan y conforme vaya pasando el tiempo, si es que no hay nuevas oportunidades, pues eventualmente todas las compañías que no encontraron nada o simplemente ya no le vieron este valor agregado a México –porque hay muchos otros países que están ofreciendo cosas– se van a estar empezando a ir”, previó Merlín Cochran, director general de la Asociación.
En una reflexión compartida con Energía a Debate con motivo de la celebración del 86 Aniversario de la Expropiación de la Industria Petrolera, que tuvo lugar esta semana, el directivo consideró que esta salida de empresas debería evitarse.
Sin bien la reforma se consolidó en 2014, Cochran precisó que el tiempo del trabajo de las petroleras privadas en México en realidad es menor, si se considera que el primer contrato se firmó en 2016, luego vinieron las etapas de preparación, estudios y desarrollo, además de que en el camino se han atravesado eventualidades, como la pandemia por el COVID-19 en 2020.
Cabe recordar que los tiempos en la industria de la exploración y extracción de hidrocarburos son largos, en la mayoría de los casos de cinco o más.
“Lo que estamos viendo son los términos de los periodos iniciales, en donde esta fase de exploración llega a un fin y México tiene muchas áreas por explorar, por desarrollar y demás”, expuso al respecto.
Áreas frontera
Merlín Cochran coincidió con analistas que han dicho que la industria petrolera que opera en México ya debería estar explorando en otro tipo de yacimientos, más allá de los convencionales y algunos no convencionales. Estos yacimientos nuevos, conocidos como “áreas frontera”, ya están siendo explorados en otras partes del mundo, como Brasil.
“Hay muchas áreas frontera que se quedan simplemente con unos puntitos ahí de pozos que se perforaron, pero eso no quiere decir que ya se conozcan […] Aquí estamos hablando de casi cien a lo largo y ancho de México en todas las distintas cuencas, o sea, no podemos todavía realmente entender cuál es el potencial de esas áreas frontera […] hasta que no perforemos más y le demos tiempo a todo esto para evolucionar”, explicó.
En este sentido, apuntó que la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) no podrá aprovechar estos recursos simplemente porque no tiene experiencia en ellos, de ahí la importancia de la participación de otras firmas que sí podrían explotarlos.
“Si hablas de áreas frontera en donde Pemex no tiene experiencia, como por ejemplo, campos no convencionales, que no solo es fracking terrestre, sino también significa aguas profundas, pues es una buena forma de poder apalancar el potencial que ya tienes aquí en México o el interés de las compañías”, añadió.
Potencial no aprovechado
En 2019, la AMEXHI estimaba que el potencial de prestaciones al Estado derivada de la operación de las empresas privadas en el país alcanzaría los 104 mil millones de dólares para el periodo 2020-2040, entre regalía base, regalía adicional, regalía por producción compartida, cuota exploratoria, impuesto por la actividad de exploración y extracción de hidrocarburos (IAEEH), y el Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Todo ello sin que el Estado invirtiera en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos.
En un estudio elaborado en ese año, de acuerdo con supuestos de la Asociación para el mismo periodo, la producción de aceite llegaría a los 900 mil barriles diarios promedio diarios, mientras que la de gas alcanzaría los 2 mil 400 millones de pies cúbicos diarios para 2037.
Las cifras han variado precisamente por las externalidades arriba expuestas.
“En el 2019 vivíamos un mundo muy distinto, no había pandemia, no habíamos tenido un precio negativo del barril, etcétera […] La distribución de los ingresos se hizo con base en el presupuesto de 2018. Por eso es importante hablar de los supuestos porque luego nos quedamos nada más en que ‘dijeron que iban a producir tanto’ pero sin hablar de todas las cosas que pasaron en el camino”, anotó Cochran.
Un Pemex fuerte
En la conversación con este medio, Merlín Cochran refrendó la postura de la Asociación con respecto a Pemex justamente para el mejor aprovechamiento de los recursos del país.
“Sin un Pemex fuerte no hay una industria petrolera mexicana fuerte […] De lo que se trata es cómo entre todos podemos llegar a ese potencial que tiene México, ya sea con las herramientas que tiene a su disposición Pemex, vía con sus contratos de servicio, vía farmouts, o lo que ellos quieran hacer, y vía los elementos que tiene también el Estado. Hay oportunidad para participar en todas partes y en eso queremos estar involucrados nosotros en el futuro”, expresó.