La inflación en Estados Unidos aceleró en febrero a 3.15% anual, desde el 3.09% reportado en enero. El Índice de Precios al Consumidor aumentó 0.44%, después de incrementarse 0.3% en enero.
Los datos publicados por Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) no sólo se ubican por arriba de lo esperado por analistas, también representan ciertos riesgos para México, pues Estados Unidos es su principal socio comercial, y una subida de precios en aquel país tiene un efecto dominó en la economía mexicana.
Cabe mencionar que la dimensión del impacto que podría tener esta variable depende de varios factores, tales como la magnitud de la subida de la inflación, la estructura de la economía mexicana y las políticas implementadas por el gobierno mexicano.
¿Cómo nos puede afectar?
Uno de los efectos naturales de la aceleración de la inflación en EU es el aumento de precios en productos importados, lo que afecta a los consumidores mexicanos, quienes tienen que pagar más por productos básicos como alimentos, combustible, ropa y electrónicos.
Lo anterior reduce el poder adquisitivo del peso mexicano, lo que significa que se puede comprar menos con la misma cantidad de dinero. Las más golpeadas por esto son las familias de bajos ingresos, que tienen un presupuesto más limitado.
La inflación estadounidense también puede generar presión sobre la mexicana. Esto se debe a que los precios de los productos importados impactan en el índice de precios al consumidor del país.
Por otro lado, el incremento de los precios en EU puede llevar a que la Reserva Federal aumente o mantenga alta su tasa de referencia, lo que puede influir en la política monetaria del Banco de México (Banxico). Tasas altas encarecen el crédito y dificultan el acceso a préstamos para las empresas y los consumidores mexicanos.
Asimismo, puede reducir el flujo de remesas que envían los mexicanos que viven en Estados Unidos, pues el poder adquisitivo del dólar estadounidense se reduce cuando la inflación aumenta.
También puede generar un sentimiento de incertidumbre, lo que golpearía la inversión y el crecimiento económico en México. Además, las exportaciones mexicanas pueden perder competitividad en los mercados internacionales, ya que los precios de los productos nacionales serían relativamente más altos en comparación con los de otros.
Igualmente podría observarse un impacto negativo en el empleo y en los salarios de los mexicanos.