El rector de la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID), campus Tijuana, Manuel Alejandro Flores Pérez, lamentó que tengamos funcionarios “que estén más preocupados por sus calenturas ideológicas que por lo sustancialmente importante”, al refutar las declaraciones del director general de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga Navarro, quien sugirió que los empresarios saquen las manos de la educación del país, para que impere la visión de la izquierda.
En vez de estar “hablando tonterías” —dijo Flores Pérez— debería preocuparle cómo hacer accesibles los materiales educativos a los niños y jóvenes de todo el país, cómo lograr una cobertura más amplia de Internet, y cómo recuperar lo perdido durante la pandemia y elevar la calidad de la educación, pero este último tema, el de mejorar la calidad, “les da comezón a estos funcionarios socialistas, porque consideran que calidad es un término de la iniciativa privada”.
El rector de la UNID destacó que lo que el sector privado hace es subsidiar lo que el estado mexicano está obligado a cumplir conforme al Artículo Tercero Constitucional, que es brindar educación gratuita y obligatoria a todos los mexicanos, y además “enriquecemos la tarea educativa con nuestros modelos diferentes, sean congregaciones religiosas, expresiones evangélicas o de empresarios interesados en el tema”.
Según el INEGI, la matrícula total del sector educativo nacional para el ciclo escolar 2021-2022 era de 32 millones 978 mil 888 estudiantes en todos sus niveles, desde inicial hasta nivel superior, y la participación del sector privado era de alrededor del 15%, equivalentes a 5.3 millones de alumnos y cerca de 500 mil profesores, hasta antes de la pandemia, aunque hay versiones de que la participación de la IP en el sector educativo se ha reducido hasta el 9% en años más recientes.
Flores Pérez insistió en que las escuelas privadas “enriquecemos el mapa educativo del país, desarrollando gente de diferente manera” y destacó que es ahí donde debería centrarse la discusión, porque “tenemos mucho que aportar para democratizar el acceso a la educación”.
Porque no solamente se atiende a las clases altas de México, subrayó; se atiende a las clases medias, y muchos proyectos educativos privados también atienden a las clases más sencillas, como es el caso, del Instituto “Juan Jesús Posadas Ocampo”, en Valle Verde, que es parte de la Arquidiócesis de Tijuana, y el colegio “Santa Rosa de Lima”, en la colonia Sánchez Taboada, de la congregación religiosa peruana del mismo nombre, que atienden de manera gratuita a los niños de esas zonas urbanas y operan mediante programas de patrocinio a través de becas que paga el sector privado.
Manuel Alejandro Flores Pérez enfatizó que no es nada más hablar por hablar y destacó que no conoce un proyecto, “emanado del socialismo”, que verdaderamente atienda las clases sociales y de pobreza, “como sí conozco muchos proyectos surgidos del sector privado, enclavados en las colonias más populares y que atienden a una población vulnerable.
Y finalizó diciendo que a lo mejor lo que propone Marx Arriaga es que todas las escuelas sean socialistas, por lo que habría que avisarle que eso ya lo intentó el ex presidente Lázaro Cárdenas, y no funcionó porque el socialismo simplemente es una ideología que no funciona, está demostrado en todos los países donde hoy, o tienen un dictador socialista o están hundidos en la pobreza”; hay que orientar al funcionario, y ojalá se abra al debate público “para ponerlo en su lugar, porque es lo que estos funcionarios necesitan”.