Celebrar los aniversarios de aquellos intelectuales que dan renombre a la ciudad que les vio nacer es una forma de preservar su legado, en el caso de Tijuana y a 9 años de su deceso, el Centro Cultural Tijuana (Cecut), institución de la Secretaría de Cultura federal, homenajeó a Federico Campbell el pasado 15 de febrero.
Al inicio de este homenaje la directora general de Cecut, la Dra. Vianka Robles Santana, agradeció la presencia de la familia y amigos del maestro Federico Campbell, en especial a la maestra Carmen Gaitán y al maestro Vicente Alfonso, de los cuales expresó, “quién mejor que ellos para hablar del escritor más importante que ha dado esta tierra, en este espacio que lleva su nombre, para repasar su obra y para homenajearlo una vez más, pensar y repensar al maestro Campbell siempre es motivo de mucha celebración”.
La funcionaria federal refirió, “en el Centro de Documentación de las Artes del Cecut, espacio de estudio y biblioteca, abierto al público en el tercer piso, hay una sección importante de libros que formaron parte de la biblioteca personal de Campbell, que amablemente hace unos años la maestra Gaitán donó al Cecut, en esos libros está la presencia del autor, algunos son de otros autores, y están llenos de pequeñas anotaciones, páginas dobladas, papelitos con notas, que el público consulta frecuentemente”.
“Gracias a esas notas podemos encontrar también que, entre otras cosas, él podía leer más allá de lo que uno es capaz”, manifestó la directora general de Cecut, quien cedió la palabra al periodista Jaime Cháidez, amigo personal de Campbell quien moderó la charla-homenaje dirigida a la nutrida audiencia que asistió esa tarde para recordar al tijuanense.
La compañera de vida del bajacaliforniano, la Mtra. Carmen Gaitán Rojo, directora del Museo Nacional de Arte (INBA) de la Ciudad de México, y el laureado escritor Vicente Alfonso, amigo personal y discípulo de Campbell procedieron a conversar con el público y ofrecer un memorial matizado con anécdotas y pinceladas de la vida del autor de Pretexta, Tijuanenses y Transpeninsular.
Quien compartiera con Campbell una relación de 28 años señaló, “Federico siempre empujaba para que se hablara de los demás y no de él, fue un gran editor de la Máquina de escribir, tuvo una personalidad sin grandes estridencias, pero con contundencia, tenía una fascinación por compartir, algo muy característico de él que mucha gente recuerda”.
“Era un hombre comprometido y muy serio, que cada ensayo que hacía verdaderamente tenía un sentido de investigación, de novedad, no era un escritor para las masas, era un hombre puntilloso con temas muy específicos y con una manera muy clásica de amar la literatura, respetarla y retratarla, de tal manera que todos la pudieran entender”, perfiló quien fuera coordinadora de exposiciones en el Museo de Arte Moderno de México.
“A pesar de ser retraído y tímido, tenía un muy buen discurso, fue un hombre que despertó muchísimo cariño por ser un ser bueno, incapaz de criticar, lo más destacable de la figura de Federico, más allá de la cultura de sus lecturas, de su gran biblioteca, es que fue un editor muy serio que nunca se vendió”, puntualizó la autora de los libros Diego Rivera y la inquisición: un puente en el tiempo; Fernando Gamboa: el arte del riesgo y El Ateneo de la Juventud y la plástica mexicana.
Su esposa recordó finalmente la amistad que el autor de La Clave Morse tuvo con quienes fueron sus vecinos en la colonia Condesa de la Ciudad de México, “es una colonia donde muchos intelectuales vivían, él era una figura muy cotidiana junto con Juan Gelman, José Emilio Pacheco, Miriam Moscona, Humberto Musacchio, incluido tú”, dijo en referencia al otro amigo de Campbell, el poeta Eduardo Hurtado presente en el homenaje.
“Todos de alguna manera deambulaban por esas calles, pero el más andarín porque le fascinaba caminar, era Federico, una figura que todos seguimos extrañando en la Condesa”, concluyó Carmen Gaitán quien en 2017 fue elegida como parte de la mesa directiva de la Association of Art Museum Directors.
Vicente Alfonso, frecuente colaborador de El Universal, Este país, Costa del Golfo, La Gaceta del Fondo de Cultura Económica, Milenio, Proceso, Revista de la Universidad de México y Tierra Adentro, dijo a su vez, “agradezco la atención y la invitación de la directora Vianka Santana, es muy importante que estemos en este lugar familia, amigos y colegas para recordar el magisterio de vida del maestro Campbell”.
Y añadió, “era meticuloso, generoso, pero también le encantaba establecer desafíos, te daba un libro y no te decía por qué, luego te ponía examen, esa era su dinámica, sobre todo con quien fuimos sus alumnos, en ese sentido era muy generoso, pero al mismo tiempo muy exigente”, relató el ganador del Premio Nacional de Literatura Policiaca-IPAX 2008 por la novela Partitura para mujer muerta.
“Es una figura que va ganando peso y presencia, uno generalmente se prepara para lo contrario, pero es increíble como en el caso del maestro Federico va al alza cada vez más”, aseguró el autor de la novela Huesos de San Lorenzo, Primer lugar en el Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2014.
Cuando la atmósfera de conversación entre amigos llegó a su fin, los invitados, público en general, colegas y familiares dieron paso a saludos, abrazos y recuerdos en torno a la figura de Federico Campbell.