México recibió cuatro mil 801.1 millones de dólares por concepto de remesas durante el mes de noviembre, el avance número 31 consecutivo, pero 10.4% menor a lo reportado en octubre y la primera vez en siete meses que el monto fue inferior a la marca de los cinco mil millones mensuales.

De esta manera el saldo acumulado de los 11 primeros meses del año fue de 53 mil 138.6 millones de dólares por estas trasnferencias de los trabajadores mexicanos residentes en el extranjero a sus familias en el país. La cifra es así un monto récord para un periodo similar y afianza a las remesas como una de las principales fuentes de divisas para el país, de acuerdo con datos de Banco de México.

Si las remesas se miden en pesos, que es como lo gastan las familias en México, entonces se observó una caída de 3.4% en noviembre frente al mismo lapso de 2021, debido al fortalecimiento de la divisa mexicana frente al dólar a lo largo del último año.

La remesas representan una de las mayores entradas de ingresos para las familias mexicanas y han ayudado a que el consumo se mantenga resiliente a pesar de la alta inflación que aqueja al país, al beneficiar a 10 millones de familias con un promedio mensual de envío de entre seis y siete mil pesos, de acuerdo con datos proporcionados la semana pasada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Para Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero de Banco Base el depender tanto de los recursos de los compatriotas desde el extranjero para hacer girar el consumo y de manera general la economía no es motivo de celebración, ya que revela que el gobierno ha sido incapaz de generar empleos suficientes bien remunerados para que las personas no se vean en la obligación de salir del país.

“Las remesas no son un logro de la economía mexicana”, escribió Siller en su cuenta de Twitter. “Es cierto  que apoyan al consumo y al crecimiento económico, pero no puede celebrarse que mexicanos tengan que irse a otro país, a veces arriesgando su vida, para poder dar dinero a su familia”.

La economía de México y en general del mundo podría enfrentar más adversidades en 2023 producto de la lucha de los bancos centrales que con sus políticas monetarias restrictivas mantienen su batalla en contra de una inflación que aún es una gran preocupación. Es por ello que algunos expertos ven muy probable que distintas economías caigan en recesión.

Que las remesas hayan desacelerado en diciembre a tal magnitud podría ser una señal más de los desafíos para México.

Marcos Arias, analista de Monex, resaltó que el recibir 559 millones de dólares menos que en octubre representa la baja más grande para meses consecutivos desde la crisis financiera y es el doble del promedio de los cinco años previos, al tiempo que en la comparación interanual la desaceleración a un dígito bajo refleja falta de catalizadores y delinea los retos de México para generar crecimiento económico a lo largo de 2023, año para el cual Monex visualiza un crecimiento de 7% en las remesas.

“El clima de festividad por el cambio de año hace que pase desapercibido, pero el dato de remesas que se publicó esta mañana es una de las señales más claras de que algo está cambiando con la economía mexicana”, escribió Arias Novelo, quien agregó que “a la luz del tiempo ha quedado claro que el detonante del inusitado crecimiento de las remesas entre 2020 y 2022 fue el aumento de la liquidez en los hogares estadounidenses”.

De acuerdo con Arias la expectativa de Monex es que las remesas aumenten a un 7% en 2023 frente a lo que logren en 2022 –BBVA México visualiza que las remesas recibidas cerrarán en 58.4 mil millones de dólares–, un porcentaje que supera el aumento de 2.7% que prevé para el Banco Mundial para el mundo o el 4.7% que prevé para América Latina.

Para los expertos, la posibilidad de que la economía de Estados Unidos, nación que alberga el mayor número de trabajadores mexicanos, se desacelera y caiga en recesión este año podría, desacelerar la entrada de recursos por remesas, al aumentar el costo de vida y disminuir las oportunidades de trabajo.

“Cualquier desaceleración en la economía de Estados Unidos podrá venir con una menor cantidad de remesas”, dijeron expertos de Franklin Templeton, en un webinar de perspectivas económicas, realizado el año pasado.

Por otro lado, de enero a noviembre de 2022, el 99.0% del total de los ingresos por remesas se realizó a través de transferencias electrónicas, al situarse en 52 mil 604 millones de dólares, lo que destaca que cada vez más personas ven una ventaja en el uso de aplicaciones, como la creada por Bitso, la plataforma de compraventa de criptomonedas más grande de América Latina.

En cambio, las remesas efectuadas en efectivo y especie, así como las money orders representaron respectivamente el 0.7 y 0.3% del monto total, al registrar niveles de 375 y 159 millones de dólares, cada una.

 

* César E. Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.

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