El desempleo en Baja California comenzó a golpear a los universitarios pues se está priorizando la contratación de trabajadores de bajo nivel educativo por encima “del valor más importante de una sociedad: sus egresados de educación superior”, denunció este viernes el presidente del Centro de Estudios Económicos, Luis Roberto Valero Berrospe.
Indicó que de acuerdo con el más reciente Censo de Población, en Baja California, dentro del grupo de ciudadanos de 20 años y más se registró a un total de 568 mil 878 bajacalifornianos con estudios de nivel superior. La mayor parte se concentra en Tijuana con casi 244 mil, seguido de Mexicali con cerca de 164 mil, lo cual no extraña tratándose de los dos centros urbanos más importantes del Estado; algo más de 161 mil los comparten Ensenada, Tecate, Rosarito, San Quintín y San Felipe, dijo.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI —subrayó Valero Berrospe— señala que en la entidad bajó el desempleo, pero no dice en qué condiciones. Baja California, precisó, tiene proporcionalmente una porción importante de ciudadanos con formación universitaria con respecto a otras entidades; el problema es cómo se refleja en las políticas de desarrollo económico que a su vez impactan los indicadores de calidad del empleo.
En este sentido, puntualizó el economista, el dato de desocupados para Baja California enciende una alerta, pues los números muestran que bajaron los desempleados 9.2% anual, pero por nivel educativo el único grupo que aumentó su desempleo fue el nivel medio superior y superior con 21.4%.
Destacó que las cifras disponibles por ciudades muestran, en el caso de Mexicali, “un escenario que haría renunciar a cualquier encargado del área económica”: bajó el desempleo 20.3% con cero desempleados con primaria incompleta mientras que los de nivel educativo medio superior y superior crecieron 18.8% anual y de hecho, fue el único grupo que aumentó concentrando el 68% de la desocupación.
Con estos datos —destacó—, queda clara otra razón por la que se quejan las empresas de escasez del llamado “talento”, y también deja al descubierto el nivel de la producción que se trabaja en la capital del Estado.
Valero Berrospe señaló que las cifras de desocupación para Tijuana no tienen mucha diferencia con Mexicali, pues disminuyeron los desempleados 27.5% pero debido a la enorme reducción de quienes tienen primaria incompleta con el 80.1%, en tanto que los de educación media superior y superior aumentaron en 10.3%, y fue también el único grupo en el que crecieron los desempleados.
El presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California apuntó que el caso de la capital del Estado es más preocupante porque históricamente ha registrado la mayor concentración de ciudadanos con niveles educativos altos con respecto al total de su población de 20 años y más (25.4%).
Dijo que los gobiernos no han sabido aprovechar esta fortaleza económica, pues ya deberían haber iniciado los centro de investigación y desarrollo vinculados al desarrollo con este capital humano en Mexicali para continuarlos en Tijuana, que concentra importantes centros educativos.
El especialista aclaró que a las cifras de desocupación presentadas se deben agregar las del desempleo encubierto, donde están más de 174 mil trabajadores que salieron del mercado por no encontrar ofertas “decentes” de empleo. “Ahí está otro número muy importante de profesionistas”, dijo.
Y por supuesto —enfatizó—, no hay que olvidar a quienes desafortunadamente se tuvieron que ir del Estado. Apuntó que con tantas universidades nos estamos convirtiendo en un alimentador de profesionistas de muy alta calidad para el mercado nacional (El Bajío) y extranjero, especialmente Europa y Estados Unidos; “por algo la cifra de población en este trimestre fue menor”, finalizó.