Son tiempos aciagos. Duelen las calles de la zona metropolitana de Guadalajara, distintos hechos violentos, asociados al crimen organizado, han puesto a esta ciudad en el ojo del huracán mediático y han golpeado el ánimo colectivo de sus habitantes. No es para menos, es también parte del panorama nacional de degradación social y crisis de seguridad que vivimos. Más allá del miedo y la precaución que esto genera, conviene poner la mirada en una perspectiva más amplia y optimista: por estas calles también se han dado hechos notables, por estas calles han salido para el mundo figuras de clase mundial que, por su talento, han puesto el nombre de la ciudad, del estado y del país, muy en alto.
Algo tienen estas calles que han dado figuras como Gerardo Murillo el «Dr. Atl», Raúl Anguiano, Juan Soriano, Pepe Guízar, Luis Barragán, Vicente Fernández, Saúl «Canelo» Álvarez, Ignacio Luis Vallarta, Lorena Ochoa, Guillermo del Toro, Manuel López Cotilla, Ximena Navarrete, Maná, Javier Hernández, Enrique González Martínez, Alejandro Fernández, Agustín Yáñez, José Agustín, Jorge Matute Remus, Valentín Gómez Farías, Isaac Hernández, José Pablo Moncayo, entre otros. Y no le pido «prestado» a Jalisco algunos personajes que harían la lista imposible de igualar con José Clemente Orozco, Juan José Arreola, Carlos Santana, Juan Rulfo, Pedro Moreno, Consuelo Velázquez y más.
El punto es que, sin negar que también hay una lista «negra», como en todos lados, hay momentos en que conviene alimentar el optimismo y las posibilidades, sobre todo para las nuevas generaciones. Este confeti de talento tapatío es para sentirse orgulloso, no sólo como habitante de Guadalajara, como mexicano.
Alguien acucioso habrá notado una ausencia. Es intencional, mención aparte merece, por el momento de su carrera y por las circunstancias, Sergio «Checo» Pérez, cuya historia de vida, combinada con lo que implica ser un triunfador en la Fórmula Uno, deberían servir de ejemplo e inspiración para millones de mexicanos. Muy joven emigró a Europa con apoyo de patrocinadores, pasó penurias que hubiesen doblado a muchos; hambre, idioma desconocido, falta de dinero, inmadurez, discriminación, favoritismos. De algunas frases que ha dicho podemos hacer una semblanza de su carácter. «Nunca voy a dejar que nadie se burle de mi país», mensaje: patriotismo y honor. «…podemos venir de atrás y darle la vuelta a los momentos difíciles», mensaje: determinación, tenacidad. «Así es como lo hacemos. Nos callamos la boca y trabajamos duro. Es la forma mexicana de hacer las cosas», mensaje: que hablen los hechos, no la fanfarronería. Y su célebre: «Nunca darse por vencido».
En un país ávido de patrones positivos, «Checo» Pérez demuestra que todo es imposible, hasta que deja de serlo. En el Gran Premio de Bahréin, 2020, remontó desde la última posición y ganó la carrera, un episodio épico en la historia de la Fórmula Uno. Sabe trabajar en equipo, su contribución ha sido decisiva para que su compañero de fórmula, Max Verstappen, tenga los triunfos que ostenta y sea el indiscutible campeón del mundo, seguido por el mexicano, sin duda el mejor piloto que ha dado nuestro país. En todo México necesitamos este ejemplo, poner nuestra atención en lo positivo que tenemos. «Checo» Pérez es un triunfador, un mexicano de clase mundial, y en el entorno más competitivo ha sabido ser resiliente, fiel a su sueño, además de tener templanza y humildad. Mención destacada merece el apoyo de su familia.
Por estas calles de Guadalajara está por rugir el RB7 de Red Bull. El ya emblemático número 11 pelea este año por el subcampeonato mundial. Mientras escuchamos el motor acelerado por «Checo» y sentimos la adrenalina fluir al verlo pasar frente a la glorieta más famosa de la ciudad, conviene pensar que las efigies existen para recordarnos historias, mitos y motivos, pero no nos hacen la chamba, somos los ciudadanos quienes estamos llamados a hacerlo realidad: «Justicia, Sabiduría y Fortaleza custodian a esta gran ciudad». Cuando pienses que sólo son letras al pie de una diosa romana, que nunca serán posibles, piensa también en un niño de Guadalajara que se fue al mundo a perseguir su sueño, con la adversidad encima, sin boleto de regreso.
Aquí, por estas calles.
@eduardo_caccia