La comprensión del reciente robo de datos a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mexicana por un grupo de hacktivistas transnacionales (aunque todo apunta a su origen iberoamericano) requiere contextualizar algunos puntos que permitan una reflexión de mayor calado, tanto sobre este actor (seguramente, múltiple), como sobre las consecuencias para la institucionalidad oficial mexicana.
En este sentido, el Dr. Jesús Pérez Caballero, investigador del Departamento de Estudios Culturales de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), plantea una reflexión sobre quién realizó el ataque, qué ha supuesto y el contexto de ello.
En un inicio, señala que el grupo responsable del ataque, Guacamayas, tiene su ideología basada en John Zerzan y sus epígonos, esto es individuos que hipostasian, hasta la sublimación, a la naturaleza. Así, pretenden volver a situaciones sin Estado, ni industria, de cazadores recolectores o formas de autosubsistencia e interacción interespecie idealizadas; además deñ denominador común de apelar a un movimiento antiseguridad (antisec), es decir, a la crítica a un complejo industrial securitario donde instituciones políticas, empresas y agencias de seguridad civiles o militares serían lo mismo.
En cuanto al ataque, el Dr. Jesús Pérez Caballero señala que se trata de 39 millones de páginas de Word o PDF; o 1.5 millones de fotos, o 3,000 horas de video; el ataque a la Sedena es 2.3 veces la filtración de información de Panama Papers (2.6 TB); poco más del doble de la de los Pandora Papers (2.9 TB). Sin embargo, puntualiza en que, a diferencia de los objetivos de elites o fortunas que tenía la investigación de los Panama o Pandora Papers, en este caso, la información es masiva, pero sin que haya una labor previa de curaduría o selección.
“En el ataque a la Sedena, se ha logrado un impacto mediático a nivel de país, seguramente por la condición de México (país mayor que los anteriores, cercanía con EEUU), así como por aspectos como las polémicas por el espionaje de Pegasus, el debate sobre la militarización de la seguridad públic y el mismo rol del ejército mexicano en temas de diferente índole. Tal vez por eso, la filtración a la Sedena ha contado con la simpatía mediática y, en parte, poblacional: por haberse realizado contra una institución percibida como la que está acumulando más poder en el gobierno federal” finaliza el académico.
El Dr. Jesús Pérez Caballero realizó notas sobre el hackeo a la Sedena. El documento profundiza en el acontecimiento y ofrece una análisis de corte divulgativo. Se encuentra disponible a través de: https://bit.ly/3CO5lEt
