Hay personas que respeto mucho, quienes están seguros que Delfina Gómez será la próxima gobernadora del Estado de México. Algunos, incluso, me han querido apostar dinero. Yo les solicito que me den momios a favor, pero se han rehusado. Mi propuesta parte de la premisa que Morena tiene todo para ganar la próxima elección de gobernador en la entidad federativa con el padrón más grande del país. Sin embargo, a diferencia de ellos, también pienso que estamos lejos de una victoria cómoda para Morena, Delfina y, en última instancia, AMLO.
Veamos los números.
Morena arrasó en todas las elecciones que se llevaron a cabo en 2018 en el Estado de México. Tres años después, a la oposición le fue bastante bien en la elección de diputados federales. De los seis millones 504 mil votos efectivos del 2021, el PAN, PRI, PRD o estos tres en alianza obtuvieron dos millones 911 mil sufragios, equivalentes al 45%. Por su parte, los partidos que apoyan al lopezobradorismo (Verde, PT, Morena o los tres coaligados) consiguieron dos millones 858 mil votos, el 44%. Una diferencia mínima de casi 53 mil votos más para la oposición que para el oficialismo.
En 2021 también se llevaron a cabo comicios para elegir a los 125 ayuntamientos del Estado de México. El PRI se quedó con 51, Morena con 28, el PAN 18, el PRD 8, Verde 6, MC 6 y el resto, los demás. Morena perdió muchas presidencias municipales de gran población y peso económico como Toluca, Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Atizapán, Huixquilucan, Metepec y Cuautitlán.
El hecho es que a la alianza Va por México y sus partidos (PAN, PRI y PRD) les fue razonablemente bien en el 2021, sobre todo comparado con el 2018. No sólo fueron competitivos, sino que ganaron más votos que el lopezobradorismo y una buena cantidad de diputados federales, alcaldes y diputados locales.
Veamos, ahora, cómo se encuentran en este momento las intenciones de voto.
Tomo, para tal efecto, la encuesta de De las Heras-Demotecnia a una muestra de mil votantes del Estado de México, entrevistados entre el 18 y el 21 de agosto pasados en sus viviendas.
Primer dato: cuando se les pregunta a los mexiquenses con qué partido se identifican, el 35% dice que con Morena. Sin embargo, la identidad morenista viene en un franco declive, ya que en abril era el 46%. En cambio, la identidad a favor del PRI se ha mantenido estable en 23%. Sí, por increíble que parezca, casi uno de cada cuatro votantes del Edomex que se identifica con algún partido lo hace por el tricolor. Abajo del PRI aparece el PAN con tan sólo 5% de la población que se siente panista.
En las intenciones de voto, el 37% de los mexiquenses dice que, si las elecciones fueran hoy, votaría por Morena para gobernador. Le sigue el PRI con 24%, el PAN con 8%, PRD con 4% y el resto, los demás partidos.
Si se suma todas las preferencias de los partidos que apoyan a AMLO (Morena, Verde y PT) alcanzan un 41%. Si se hace lo mismo con los partidos que conforman la alianza Va por México (PRI, PAN y PRD) llegan al 36%. En el caso que se les uniera MC, totalizarían el 38%. Estaríamos hablando de una elección muy competida, prácticamente empatada.
En uno de los careos de la encuesta, Delfina Gómez, de la coalición Morena, PT y Verde, sacaría el 40% de los votos en porcentaje efectivo, es decir, eliminando a los indecisos. La posible candidata del PRI, Alejandra del Moral, obtendría 36%, una diferencia de cuatro puntos porcentuales.
Enrique Vargas, del PAN, conseguiría el 14% y Juan Zepeda, de MC, el 8%. Si Vargas declinara a favor de Del Moral, y PRI, PAN y PRD van juntos, podrían llegar al 50% de los sufragios. Ya ni hablar en caso que MC se uniera a esta alianza: la suma llegaría hasta el 58%.
Son, desde luego, escenarios. El punto es que, si tomamos los resultados reales de la elección de 2021 y lo que están apuntando las encuestas en este momento, no parece que Delfina vaya a tener un día de campo para ganar la elección. Al revés, creo que esto se puede poner muy competitivo.
El asunto va a depender de una variable crítica: cómo la va a jugar el gobernador Alfredo del Mazo. Si decide hacer lo mismo que otros colegas suyos priistas, como Quirino Ordaz, Claudia Pavlovich, Alejandro Murat u Omar Fayad, es decir negociar con López Obrador para bajar las manos, entregarle el estado a la candidata de Morena y obtener a cambio impunidad futura y un puesto en el gobierno federal, veo muy difícil que el PRI pueda continuar en el poder en el Edomex. Si, en cambio, el gobernador da la lucha y opera activamente a favor de la candidata priista, habrá tiro en el Edomex. Las condiciones existen para una elección peleada. La pregunta es qué va a hacer Alfredo.
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