Me parece que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se juega su futuro esta semana.
- Si el gobierno de López Obrador dobla a algunos senadores de ese partido y se aprueba la reforma constitucional para ampliar el periodo en que las Fuerzas Armadas pueden realizar labores de seguridad pública hasta el 2028, el tricolor se convertirá en otro partido satélite de la coalición gobernante que hoy conforman Morena-PT-PVEM. Muy probablemente esto vaya a derivar en la transformación del PRI en una especie de Partido Verde, cuyo negocio es “vender caro su amor” al gobierno en turno.
Si, en cambio, los senadores del PRI resisten las presiones y la susodicha reforma no se aprueba, entonces el partido quedará dividido en, por lo menos, tres grupos de influencia: el PRI de la Cámara de Diputados, liderados por Alejandro Moreno; el PRI del Senado, conformado por políticos de peso, y el PRI de los dos gobernadores de este partido que sobreviven: Miguel Riquelme, de Coahuila, y Alfredo del Mazo, del Estado de México. La primera facción podría orbitar en torno a Morena y la segunda alrededor de una posible alianza opositora con el PAN y el PRD. En cuanto a los gobernadores, la alineación dependería del juego político local de cada estado donde ambas gubernaturas estarán en disputa el año que viene.
En el primer escenario, de un tricolor alineado con Morena, se reducen significativamente las probabilidades de que la oposición gane la Presidencia en 2024. López Obrador estaría muy feliz. Habría conseguido dividir la alianza opositora devorándose al PRI. De esta forma, podría poner a cualquiera de sus corcholatas como candidato presidencial, aunque carezca de carisma, como es el caso de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Y es que, con la oposición fragmentada, Morena ganaría la elección de 2024 sin muchos problemas.
En el segundo escenario, donde parte del PRI jugaría con la alianza opositora, la oposición podría aspirar a ganar las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México el año que entra. Esto calentaría mucho el ambiente electoral rumbo a 2024. La oposición llegaría empoderada a la elección presidencial, con más probabilidades de ganar. La competencia estaría más cerrada, con todo lo que eso implica.
Lo que está en juego es mucho en el voto esta semana en el Senado. El futuro del PRI, otrora partido dominante de México por más de siete décadas, dependerá de la decisión de trece hombres y mujeres: Carlos Aceves, Claudia Anaya, Manuel Añorve, Eruviel Ávila, Sylvana Beltrones, Ángel García, Verónica Martínez, Nuvia Mayorga, Miguel Ángel Osorio, Beatriz Paredes, Jorge Carlos Ramírez, Claudia Ruiz Massieu y Mario Zamora. A ver cómo votan cada uno.
En Morena, mientras tanto, la suerte está echada. El fin de semana pasado se llevó a cabo su Congreso Nacional, donde “la cargada” estuvo claramente a favor de Claudia Sheinbaum. No sólo se llevó el aplausómetro a su favor, sino que logró colocar a una mayoría de simpatizantes en el Consejo Nacional del partido. Las otras posibles corcholatas se quedaron con posiciones minoritarias. El partido ya lo controla Claudia con el visto bueno, sin duda, de López Obrador.
Al tiempo, el país se encontraba tapizado de anuncios espectaculares con la fotografía de Sheinbaum. Se trata del típico truco que utilizan los políticos para darle vuelta a la ley electoral. Contratan (porque pagan, y mucho) la portada de una revista de poca monta, en este caso Mundo Ejecutivo, que dizque promueve en espectaculares esta publicación, pero en realidad están anunciando al político en su portada.
Claudia es y sigue siendo la candidata favorita del Presidente. Quien no quiera ver esto, que se compre unos mejores lentes para entender la política mexicana. Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard, dos políticos muy sazonados, lo saben. La pregunta es qué harán al respecto. ¿Se tragarán el sapo como hacían los perdedores en las épocas doradas del PRI?
Termino con el PAN, que tiene un gran problema. Esta semana salió publicado el estudio Arma, que mide la presencia de los presidenciables en los medios nacionales. Los posibles candidatos de Morena acapararon el 74% de la cobertura total de la televisión, radio y periódicos. Muy atrás aparecen los del PRI, con el 21%, seguidos por los de MC, con el 3% y hasta el cuarto sitio vienen los del PAN, con un escasísimo dos por ciento.
El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, ha dicho que este partido tiene siete posibles candidatos presidenciales para 2024. Con la pena, pero ninguno de ellos logra una presencia mediática relevante. Sin ella, el electorado no los reconocerá. Y nadie vota por candidatos que desconoce.
- Twitter:@leozuckermann