En una monarquía, el rey o reina son el Estado, pero no gobiernan, pueden sugerir, pero no imponer, ni hacer cambios constitucionales.
Varios gobernantes creen que llegando al poder tienen que reinventar al país y elegir a quien dejan a cargo después de su sexenio. Ninguno de los presidentes y generales de México ha logrado que su apellido sea respetado y admirado por su honor. ¿Y si tuviéramos una reina para México? ¿Nos gobernarían mejor?
En Rumania, el gobierno está proponiendo que la gente del pueblo se deje de burlar de los idiotas y sus idioteces, pues estos ganan seguidores y podrían convertirse en presidentes.
¿Deberían los líderes de dejar una buena herencia?
Manténgase informado y deje sus comentarios aquí.
Ojo. El rey o en su caso, la reina en el Reino Unido no recibe dinero del Estado (que es diferente a la corona), lo que se le paga al monarca proviene de las rentas (no alquileres) que generan lo que antes fueron los bienes propiedad de la Corona, es decir, no le cuesta al pueblo.
Eso no es así en todas las monarquías europeas y demás, habría que estudiarlo.
Sobre una monarquía en México. Ya rechazamos dos, sólo por razones políticas y sin siquiera analizar si convenía o no al país, sino cuál era la ventaja para uno u otros.
En una monarquía constitucional contemporánea el monarca representa y personifica al país (no al Estado), es Jefe de Estado y firma las leyes. Como no participa en política está más allá de los intereses partidarios (lo cual es muy bueno y sano) aunque tenga sus propias ideas y convicciones políticas y simpatías partidistas, como cualquier humano y actúa SÓLO para bien del país.
EN ESO ESTÁ MEJOR QUE CUALQUIER PRESIDENTE JEFE DE ESTADO Y DE GOBIERNO (que reúne dos funciones en una persona) y en países como los nuestros acumula un gran poder de decisión y de acción, no siempre para bien del pueblo ni del país (porque son humanos).