Respecto a los hechos violentos suscitados la semana pasada en México, en estados como Guanajuato, Ciudad Juárez, Jalisco y Baja California, el doctor José Andrés Sumano Rodríguez, investigador del Dpto. de Estudios Culturales de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef) señaló que, lo que en principio pareciera un ataque generalizado hacia la sociedad, debe entenderse como un conjunto multifactorial de sucesos relativos a la política militar mexicana y su historial en la lucha contra el narcotráfico. Asimismo, rescata la presencia de algunos elementos comunes en todos los atentados.
De Guanajuato y Jalisco destaca el carácter de represalia que tuvieron los múltiples narcobloqueos, ataques y terror emprendidos por un grupo criminal, debido al intento por parte del gobierno de aprehender a uno de sus tenientes. De Ciudad Juárez, menciona el académico, los atentados se ocasionaron por una riña dentro de un penal, entre reos y autoridades del recinto en contra de otro grupo de presos. Para el caso de Baja California, el académico apunta a la generación de terror como una estrategia para aumentar la renta por extorsiones.
En cuanto al hilo conductor, el académico argumenta que se trata del uso de técnicas terroristas por parte de los grupos criminales, en el entendido que el enfrentamiento directo con autoridades estatales (en los que suelen, además, salir vencidos) es mucho menos efectivo para sus planes que los actos de terror como los presenciados la semana pesada, en el centro y norte del país. Todos estos elementos permeados, además, por la adhesión de la Guardia Nacional a la SEDENA, y que, apunta el académico, está rebasada por sus objetivos.
A modo de conclusión, el Dr. Sumano remarca el poco aprendizaje por parte del gobierno mexicano, que sin haber entendido de la previa guerra contra el narcotráfico a través de la policía federal, la alternativa del gobierno continúa siendo la militarización del espacio público a través de la Guardia Nacional. Como posible vía de combate contra el crimen organizado, el doctor cita las experiencias de organización civil y regional, vistas en ciudades como Monterrey, o Juárez.