Si los narcotraficantes sienten la necesidad de dar una parte de su dinero como donativo a la Iglesia,
¿Sería posible que la excomunión a los narcotraficantes y las mujeres de sus familias tuviera algún efecto en la reducción de los delitos?
¿Está el Vaticano realmente dispuesto a tomar medidas drásticas como o anunció este año para la excomunión de las mafias?
La educación también juega un papel fundamental en la prevención de la violencia, ¿Están los padres educando con conciencia? ¿A dónde nos está llevando la falta de límites a los hijos?
Por lo pronto, ya hay un movimiento de la Iglesia condenando la situación de violencia que vivimos en el país y alzando la voz contra la política de “abrazos no balazos” que ha resultado infrutuosa.