México tiene una nueva calificación crediticia para su deuda soberana: la de Moody’s, que pasó de Baa1 a Baa2, aunque con un cambio en la perspectiva, que cambió de negativa a estable.
Para entender de qué trata este cambio y cuáles son sus implicaciones, es necesario tener el panorama completo y saber el significado de las escalas de calificación.
En primer lugar, la calificación de instituciones es una opinión sobre los riesgos crediticios relativos de las obligaciones financieras emitidas por empresas no financieras, instituciones financieras, instrumentos de financiamiento estructurado, instrumentos de financiamiento de proyectos y entidades del sector público, según información del portal de Moody’s Investors Service.
En palabras más, palabras menos, lo que instituciones como Moody’s califican es el riesgo de inversión en una empresa o país. Entre mejor es la calificación, menos posibilidades hay de un incumplimiento de pagos.
Para entender el significado de las escalas, empecemos por explicar que hay tres áreas clasificadas en A, B y C, aunque al interior de cada letra hay diversos niveles (más letras) y modificadores (números).
La ‘crème de la crème’
¿Qué significa que una empresa o gobierno sea calificado con una A? Que a ojos de las calificadoras, sus riesgos crediticios son mínimos, muy bajos o bajos.
Dentro de esta categoría podemos encontrar a países como Estados Unidos, la economía más grande del mundo, y a algunos de sus aliados como Canadá y Australia.
Posteriormente, se encuentra la letra B. En la primera ‘parada’ nos encontraremos con las calificaciones Baa1, Baa2, Baa3 (Grado Medio Inferior). En este rubro, las notas son consideradas de grado intermedio y están sujetas a un riesgo crediticio moderado, por lo que se pueden presentar ciertas características especulativas.
Actualmente, México se encuentra en esta sección: durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, nuestro país ha venido bajando escalones, pues se pasó de una calificación A3 a una de Baa2, lo que significa que se ha degradada en tres ocasiones en poco más de tres años de Gobierno.
Al tener el modificador 2, significa que la calificación de México se encuentra en un rango medio de su calificación, ya que todavía podría bajar a 3.
¿Qué problemas financieros representa la nueva nota de México?
Para Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero BASE, esta degradación implica un mayor riesgo para las finanzas públicas, ya que los apoyos a Petróleos Mexicanos (Pemex): los programas sociales; paquetes fuera de presupuesto (como el PACIC) y las crecientes pensiones ‘sofocan’ a las arcas nacionales.
“El recorte implica un mayor riesgo de la deuda emitida por el gobierno en divisa extranjera, mejor conocida como deuda soberana”, explicó.
La especialista destacó que el mercado no esperaba este recorte, dado que esta semana la calificadora S&P no solo ratificó la calificación de México, sino que mejoró la perspectiva de negativa a estable.
“El recorte pone en riesgo en el largo plazo el grado de inversión y puede propiciar mayores salidas de capitales”, apuntó.
‘Cuidado’, México
Nuestro país está a dos niveles de perder el grado de inversión, ya que todavía tendría que pasar por el último nivel de su actual rango (Baa3) y llegar al nivel Ba, considerado como especulativo y con un riesgo crediticio considerable.
Ese nivel se divide a su vez en Ba1, Ba2, Ba3 (Grado de No Inversión Especulativo). Ejemplos de países en esta situación son Brasil, Sudáfrica, Grecia, Croacia, Azerbaiyán, Guatemala, entre otros.
Más abajo se encuentra el rango B, en el que las calificaciones se consideran especulativas y están sujetas a un riesgo crediticio alto. Sus subdivisiones son B1, B2, B3 (Altamente Especulativa). Países como Bolivia, Moldavia, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Angola, se encuentran en esta selecta lista.
Las calificaciones que están al fondo
Finalmente llegan los niveles de la letra C. En el primer nivel se encuentran las calificaciones Caa, y que Moody’s define como calificaciones especulativas con mala reputación y que están sujetas a un riesgo crediticio alto. En este nivel también existen las subdivisiones de Caa1, Caa2 y Caa3.
Posteriormente se encuentra el nivel Ca. Cuando alguien recibe esta calificación es porque se considera altamente especulativas, y es probable que esté en incumplimiento o que estén a punto de estarlo, con cierta perspectiva de recuperación de capital e intereses. Rusia y Ucrania son ejemplo de esa situación.
El nivel más bajo de la escala de Moody’s es C, en el que se pueda interpretar como la calificación más baja y suelen estar en incumplimiento, con poca perspectiva de recuperación de capital e intereses. En este nivel se encuentran países como Venezuela y Líbano.