Durante el arranque del Programa Social de Prevención de la Violencia y la Delincuencia de Misión Rescate México, en Terrazas del Valle, el delgado estatal del movimiento, Manuel Alejandro Flores Pérez, dijo que los ciudadanos, “debemos de aportar la parte que nos corresponde desde la prevención”, en tanto que los integrantes de la AC Universitarios por el Bien Común urgieron a acabar con la intolerancia que provoca actos tan repudiables como el de la mujer que fue quemada viva en Jalisco.
Isidro Aguado Santacruz, vicepresidente de UBC y encargado de dar la capacitación de este fin de semana, junto con un grupo de estudiantes integrantes de la naciente asociación, resaltó la honestidad y la tolerancia como dos valores esenciales para la convivencia armónica, e indicó que la intolerancia fue lo que provocó que una turba rociara a una mujer con alcohol y posteriormente le prendiera fuego en Zapopan, Jalisco, simplemente porque los molestaban los gritos del pequeño hijo autista de la víctima.
Destacó que más grave es el hecho de que la madre del menor ya había recibido múltiples amenazas de muerte, y había denunciado los hechos pero las autoridades no le hicieron caso y mucho menos le brindaron la protección necesaria.
Al abrir el programa, que se lleva a cabo en el Centro Comunitario de la colonia Terrazas de Valle 1, Alejandro Flores Pérez indicó que Tijuana está a días de llegar a los mil homicidios dolosos “y quienes cometen esos delitos vienen de un hogar, salieron de una casa, de una familia, y alguna vez fueron niños como todos nosotros, pero seguramente vivieron experiencias alejadas de los principios y valores que los padres de familia tratamos de inculcar a nuestros hijos”.
También destacó que es difícil saber cómo vamos a resolver el problema de la violencia en Tijuana, “no sabemos si vayan a funcionar más policías, pero definitivamente no creo que esté funcionando la estrategia de abrazos no balazos, porque los delincuentes sí andan armados hasta los dientes y se ve que les gusta resolver las cosas a balazos”.
Manifestó que tenemos que confiar en que las autoridades hagan su trabajo, pero mientras tanto “nosotros como ciudadanos, ustedes como madres de familia, y parte de una comunidad, también podemos aportar cosas, trabajar en la prevención y sobre todo en nuestra formación y lo positivo que podamos aprender transmitirlo a otras partes”.
Informó que el Programa Social de Prevención de la Violencia y la Delincuencia pretende trabajar a la par con padres y madres de familia, con abuelitos y abuelitas, con jóvenes y niños durante 5 semanas y la expectativa es aprender cosas nuevas para prevenir la violencia y las adicciones que eventualmente conlleva a que la gente cometa delitos.
“Porque el que se atreve a meterse a una casa para robar, el que se atreve a portar una arma de fuego y asaltar, a llevarse un carro, o a matar a otro, necesariamente tuvo que haber tenido una experiencia de violencia en su entorno, y muy probablemente de adicción que lo orilló a ganarse la vida completamente fuera de la ley”, indicó.
Por ello insistió en la necesidad de impulsar la prevención desde el hogar, y trabajando juntos, comunidad, universitarios y Misión Rescate México, “vamos a lograr beneficios en favor de la población, pues la idea es que los participantes se conviertan en multiplicadores que lleven esta formación a sus vecinos y a la gente que los rodea”.
El Programa Social de Prevención de la Violencia y la Delincuencia está siendo aplicado por integrantes de la Asociación Civil en vías de formalización Universitarios por el Bien Común (UBC), instancia que pretende integrar a alumnos en los últimos semestres de formación profesional de las distintas universidades e instituciones de educación superior, públicas y privadas, con el objeto de realizar trabajo social en favor de la comunidad.