No sé AMLO sabe posar terrenos y saber qué es lo que hace. Meterse a los templos y gritar consignas en contra en de temerarios. Antes le llamarán herejía, antes era motivo de excomunión. Lejos de atemperar la tormenta, AMLO se ha especializado en fortalecerla.
Hoy Iglesia católica de México ha comenzado la movilización para exigir al gobierno una nueva estrategia de seguridad nacional para acabar con la violencia en el país. Los miembros del crimen organizado, aquellos que tanto preocupa a AMLO en sus derechos humanos, han emitido comunicados a hacer cuando más crímenes contra periodistas y sacerdotes porque el gobierno los ha traicionado.
La Conferencia del Episcopado Mexicano ha convocado a todos los templos a celebrar, durante los próximos 10 días, ceremonias religiosas por los padres asesinados. Con esto la Iglesia intensifica las presiones sobre AMLO para que dé respuestas, cosa no promesas artificiales.
El propio rector de la Ibero arengó a sus seguidores frente a la Estela de Luz en pleno Paseo de la Reforma y ojo ya será vinculando a la educación y a la iglesia en un mismo tema y no olvidemos que en la Ibero se generó un movimiento de impacto durante la candidatura de Peña Nieto a la presidencia de la república. Puedo asegurar que esta convocatoria es histórica e inédita.
El tono e intensidad en el púlpito será diferente. Anclarán a la fe con la protección a la población. “Deseamos que exista una apertura al diálogo entre autoridades de gobierno y quienes conformamos la sociedad civil, en el que participen académicos, empresarios, especialistas en procesos de paz, líderes de organizaciones sociales, y en el que se nos permita compartir nuestras experiencias. Un diálogo que abone a una estrategia efectiva de pacificación nacional”, ha comunicado la Conferencia del Episcopado Mexicano en el editorial del semanario Desde la Fe.
La convocatoria para celebrar las “Jornadas de oración por la paz” se hace desde las principales diócesis del país, incluida la Catedral de Ciudad de México y la propia Basílica de Guadalupe, y no hay que subestimar el músculo de convencimiento desde los templos. Para medir tamaños solo recordaré que poco más de un 77% de los mexicanos se considera católico, según últimas cifras del Inegi de 2020.
Y la Iglesia en México no habrá de tolerar la continuidad de un gobierno hostil. AMLO ha acusado a religiosos de estar “apergollados” por la oligarquía, colocando incluso a Su Santidad como un político al que hay que combatir e ilustrar.
La terquedad y ambición de AMLO lo ha colocado contra uno de sus más duros opositores y hablar con el pueblo sabio no es lo mismo que hablar con Dios.