En Baja California, según el INEGI, hay más de 224 mil trabajadores listos para contratarse en el sector formal, pero solo a cambio de salarios decentes, dijo el presidente del Centro de Estudios Económicos de la entidad, Luis Roberto Valero Berrospe, quien refutó la queja de la Coparmex Mexicali sobre la falta de personal.
El Centro Empresarial de Mexicali, dijo el economista, trajo esta semana al centro de la polémica la queja de los empresarios por la falta de empleados. Sin embargo enfatizó que el discurso continúa soslayando que tanto los hombres de negocios como el gobierno “tienen la solución en sus manos”.
Indicó que la población que salió del mercado por no encontrar opciones decentes de empleo en la entidad aumentó en 106 mil 319 individuos, del primer trimestre de 2018 al primer trimestre del presente año, reflejándose en que la Población Económicamente Activa haya descendido de 1 millón 808 mil 741 trabajadores a 1 millón 804 mil 722, en el último año.
Destacó que información de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Estado muestra que en el terreno de la realidad ya no hay diferencia entre ser formal o informal. Hace 20 años esto era inimaginable con una Baja California que tenía los salarios más altos del país.
Luis Roberto Valero Berrospe precisó que los datos del IMSS medidos en el Salario Promedio de Cotización confirman que tenemos una población trabajadora empobrecida, salarialmente hablando; el promedio está por debajo de los 2 Salarios Mínimos y San Quintín, con un nivel salarial de alrededor de 1.5 veces el sueldo mínimo “es una vergüenza”.
Destacó que tanto los ocupados formales con hasta 2 Salarios Mínimos como los informales registran máximos históricos, mientras la expulsión de profesionistas se acelera y algunos migrantes centroamericanos cubren plazas vacantes al precio que sea.
El presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California dijo que la solución a esta problemática la da la teoría del economista John Maynard Keynes, que es muy vieja pero ha funcionado: el Estado debe invertir en obra pública real, apoyar fiscalmente a las empresas para que haya empleo bien pagado que impulse el consumo que, a su vez, detonará la producción con más empleos y todo derivará en una mayor captación de impuestos y mejor calidad de vida para todos.
En conclusión, señaló, hay trabajadores suficientes para satisfacer las necesidades del mercado en Baja California, pues el INEGI reporta que hay más de 224 mil listos para contratarse en el sector formal, pero a cambio de salarios decentes; “mientras no se pague bien, la informalidad y la emigración serán las mejores opciones para los trabajadores bajacalifornianos”, finalizó.