Manuel Andrés se fue de gira a Centroamérica, a visitar a los populistas para subrayar el profundo desagrado que le genera Biden y casi todos los gringos exceptuando a Turmp y su pandilla a quienes espera ver de regreso en el poder en unos meses.
Mandó a la señora con la que vive a un viaje turístico a Washington para no crear una tormenta con el país del norte -el principal socio comercial de México, por cierto- pero al mismo tiempo se aseguró de que Biden supiera que no lo soporta y que como «líder tipo Echeverría» del tercer mundo, cree en las dictaduras que “salvan”- a los pueblos incultos incapaces de tomar sus desiciones por si mismos y odia esas “democracias” que solo sirven para crear obstáculos a los líderes que si saben que hacer y a los que se les complica su misión salvadora (entendamos «salvador» como aquel que le ahorra al pueblo la necesidad de pensar y actuar a cambio de que lo dejen robarse todo lo que quiere desde los terrenos del tren maya hasta las medicinas y equipos del seguro del IMSS-del bienestar), con ‘reglas y leyes» que no solo no conoce ni entiende, sino que además comprende bajo la temática que le enseñaron en la UNAM cuando entró -para nunca salir- y que decía que en México, hay que entender para triunfar, que las leyes, existen para no ser respetadas.
Así, Manuel Andrés le dejó claro a nuestros socios que la señora lo representa y que ni modo, ahi estan, aqui estamos y a pesar de que su nieto es ciudadano americano y su hijo vive con “la señora esa que parece tener dinero” y las manos manchadas de petróleo.
Personalmente, Manuel Andrés, odia a los gringos no solo porque «nos robaron» lo que nunca supimos defender -ni nos interesaba, porque los líderesno veían que se podían robar en tanto terreno «vacío» sino porque además, siendo país de inmigrantes mucho más joven de nosotros tienen un nivel de vida y de creatividad tan alto, que su triunfo solo subraya nuestro subdesarrollo.
En Cuba, El Salvador y Guatepeor parece casi un éxito imperialista donde él brilla cual César europeo ante las tribus salvajes conquistadas en las fronteras del imperio, al que, por cierto, ni los «más ignorantes y más pobres de esos países quieren emigrar o venir a turistear, viniendo solo porque Dios, en su magnanima sabiduria les puso a México como prueba para que demuetren si de verdad quieren alcanzar «el sueño americano», el cual solo se logra si sobreviven a nuestos policias, guardia nacional, militares invictos (porque nunca han ganado una guerra), políticos corruptos, tratantes de personas y carteles cuyo principal logro ha sido traer y mantener en el poder a Manuel Andrés.
Ante tan rosada perspectiva, su viaje a Centroamérica, adquiere profundo significado -ojala cuando acabe su sexenio o antes si puede- se vaya a vivir a uno de esos paraisos que tanto alaba aunque, sabemos que como decía Echeverría -su líder, héroe y guia- para gobernar en Mexico y ser feliz hay que avanzar por la avenida de la vida y cuando se acerca una esquina señalar la vuelta a la izquierda para, llegando al semáforo, dar vuelta a la derecha y asi, gozar del reconocimineto del líder preocupado por «el pueblo» y de lo sbeneficios de un corrupto multienriquecido en la derecha más extrema.
Manuel Andrés demuestra, que la historia del Mago de Oz es una verdad histórica e incuestionable en sus manos y mandato.
Y así mientras «nuestra» Dorothy se pavonea nerviosamente ante el poder real, el Mago de Oz se anota puntos ente «su pueblo», Putin, los miembros del club de Sao Paolo y claro, Mr. Trump.
Un genio Manuel Andrés, un verdadero genio al que hay que reconocerle que nadie hubiera podido hacer el papel de Mago de Oz mejor que él.l
¡Ah!, nuevamente les recomiendo que vuelvan a ver la película y busquen, desde el principio a quién, en México, representa cada personaje de este filme. Lo disfrutarán profundamente y comprenderan mejor lo que nos esta pasando y lo que nos están haciendo desde las mañaneras hasta la destrucción de Yucatán y el istmo.