El presidente López Obrador odia a la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que preside María Amparo Casar. En múltiples ocasiones los ha injuriado. Considera a esta asociación como uno de sus peores enemigos porque, según él, son defensores del régimen anterior, que quieren que siga la misma corrupción del pasado. Nada más injusto que esta crítica. Desde el sexenio pasado, MCCI realizó investigaciones de corrupción del gobierno de Peña Nieto que ayudaron a López Obrador a llegar al poder. Pero, ahora que es Presidente, ya no le gustó que una asociación civil indagara a su gobierno.
Una de las investigaciones que ya tuvo consecuencias fue la de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), organismo creado este sexenio con el objetivo de “garantizar el abasto nacional de alimentos y promover la comercialización de productos en diversas entidades y al exterior”.
No sólo absorbió las funciones de Diconsa (tiendas de descuento de productos básicos para la población más pobre del país) y Liconsa (lecherías que venden leche a menores precios para la misma población), sino que le otorgaron la administración de los precios de garantía de productos agropecuarios, la adquisición en el mercado nacional y extranjero de cosechas y productos que garanticen el abasto nacional, la venta y distribución de fertilizantes y semillas mejoradas, la importación de productos agroalimentarios en los que haya desabasto y la promoción de la industrialización de productos alimenticios. En otras palabras, una especie de nueva Conasupo que había desaparecido en 1999: la Conasupo de la 4T.
Mucho poder y mucho dinero se concentraron en este organismo. Los primeros dos años del sexenio de López Obrador gastó 23 mil 800 millones de pesos de los contribuyentes. Al frente de la institución quedó Ignacio Ovalle, un viejo político priista que ya se había desempeñado como director de Conasupo en el sexenio de Carlos Salinas.
Pues bien, ni tardos ni perezosos, comenzaron los fraudes en Segalmex. Investigaciones de MCCI desde el 2020 han ido revelando la corrupción en esta institución.
Hoy, de acuerdo a La Jornada, el periódico más cercano al gobierno de AMLO, nos enteramos de que los fraudes en Segalmex podrían llegar a los 10 mil millones de pesos, el doble de dinero de la llamada Estafa Maestra del sexenio pasado y que tiene a Rosario Robles en la cárcel.
Firmado por Gustavo Castillo, el artículo del pasado lunes, el principal en La Jornada, no menciona nunca a MCCI.
Informa, eso sí, que el caso de Segalmex ya lo tiene la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada de la Fiscalía General de la República.
A la Conasupo de la 4T la están investigando por: “Una red de corrupción involucrada en desvíos de inventarios de maíz y frijol; nóminas fantasma; simulación de operaciones relacionadas con la compra de leche, granos básicos y trigo, así como de pesticidas, gastos en transporte de productos agrícolas, subutilización de bodegas propiedad de Segalmex, adquisición de granos a productores que no requerían subsidios y venta de los productos a empresas privadas por debajo de los precios de garantía”.
Tanto el Servicio de Administración Tributaria como la Unidad de Inteligencia Financiera ya están averiguando a dónde fue a parar el dinero de las corruptelas. MCCI, sin embargo, había adelantado que la red de corrupción de Segalmex está vinculada con la inmobiliaria Grupo Aura, que construye cuatro desarrollos de lujo en Yucatán. Además, el exdirector de Administración y Finanzas de la dependencia, René Gavira, habría adquirido un departamento de lujo en San Antonio, Texas. Un tiradero, al mejor estilo priista. Y aunque Ovalle despidió a varios funcionarios presuntamente implicados, él había salvado el pellejo. Sin embargo, el pasado 19 de abril, el Ejecutivo ya no pudo sostener más a este personaje que en los años setenta del siglo pasado le dio trabajo al joven Andrés Manuel López Obrador en el Instituto Nacional Indigenista.
Según el artículo de La Jornada, Ovalle ya compareció en la fiscalía por las más de 15 carpetas de investigación que se abrieron por este caso. Mientras tanto, el exdirector de Segalmex ha sido designado por el Presidente como coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal.
Habla bien del gobierno de AMLO que esté investigando estos fraudes. Sin embargo, honor a quien honor merece. Aunque no lo reconozca ni el Presidente ni La Jornada, MCCI fue la organización que indagó y encontró este caso de corrupción.
Twitter:@leozuckermann