El presidente, Andrés Manuel López Obrador, presentó este miércoles su plan antiinflación, el cual incluye decisiones como la ampliación del programa de fertilizantes gratuitos y subsidios a los combustibles para amortiguar el alza de precios.
La inflación se ha hecho presente en México después del golpe de la pandemia. A la primera quincena de abril, la inflación general anual se ubicó en 7.72%, la más alta en 21 años.
El fenómeno inflacionario no es algo que solo esté ocurriendo en México, en el mundo ha estado impulsado por factores como la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha impactado en los precios de los energéticos y en el maíz y el trigo, golpeando a la industria que consume granos (aves, ganado, lácteos…), así como la disrupción en la cadena de suministro que dejó la pandemia.
El presidente descartó que en su plan vaya a haber control de precios, pero, al mismo tiempo, anunció que impulsará que haya “precios de garantía”, esto es, precios para 24 productos de la canasta básica, como frijol, maíz, leche, huevo, tortilla, entre otros, los cuales, propone que se puedan comprar a un mismo precio tanto en la Ciudad de México, en el centro del país, como en la ciudad fronteriza de Tijuana, o en el sureste mexicano. Los precios y tarifas de gasolinas, gas, diésel y luz también fueron mencionados como parte del plan antiinflación.
López Obrador dijo en abril que estaba negociando con tiendas departamentales y productores para implementar el plan y controlar la inflación. Aunque hasta el momento no se conocen los detalles de esta medida, La-Lista consultó a especialistas para saber qué impacto pueden llegar a tener las medidas anunciadas previamente como parte del plan del presidente.
¿Es buena idea un plan antiinflación?
Los especialistas entrevistados coinciden en que se requiere conocer a detalle el plan del presidente mexicano, pues aún existen algunos huecos de los que no se tiene claridad cómo van a operar, como por ejemplo, los precios de garantía.
Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base, dijo que “unificar” los precios implica que, para algunos estados tendrá que subir el precio de esos productos y para otros tendrá que bajar sin que se sepa quién va asumir ese ajuste en los precios.
Además, las grandes empresas que distribuyen productos en todo el país pueden dar el producto a un mismo precio, sin embargo, las empresas pequeñas o medianas no tienen esa capacidad, por lo que se estaría dando una ventaja competitiva indebida, aunque aún no queda claro cómo o quién va a solventar o absorber el margen de diferencia en el precio entre un estado y otro.
“Vamos a ver numeritos (oficiales) muy bonitos entre comillas pero que no van a ser realidad. Al subir la inflación, con la escasez y mercados negros, provoca que la economía disminuya, haya una menor creación de empleos y con ello baja el bienestar de la población” apuntó Siller.
Los analistas coinciden en que un plan antiinflación, lejos de ser una buena idea, puede distorsionar el mercado. Manuel Molano, economista y consultor independiente, explicó cómo puede impactar la demanda en los precios de los productos que se consumen.
“Cuando distorsionas el mercado lo que va a pasar es que la gente va a consumir lo que es más barato y eso genera más demanda. Normalmente es mala idea hacer este tipo de controles”, dijo Molano a La-Lista.
Por su parte, Adriana García, coordinadora de análisis económico de México, ¿cómo vamos?, advirtió sobre los efectos.
“Al ser un plan tan diverso, podemos tener efectos más negativos que positivos”, dijo. Además, con el conflicto entre Rusia y Ucrania los efectos del alza de precios se verán en las siguientes cosechas, agregó.
Pero ¿qué son los precios garantía? Los especialistas explican que son un pago garantizado por parte del gobierno para que los productores agropecuarios mantengan su producción e ingresos permitiendo ofrecer a los consumidores un precio justo. Pero esto no es un estricto control de precios.
“El riesgo es que no beneficien a los productores que más lo necesitan, sino a los que tienen poder de mercado”, advirtió Jesús Carrillo, director de economía sostenible del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), lo que afectaría a los productores pequeños.
El control de precios implica que un precio esté controlado y no pueda pasar de cierta cantidad. “Es importante que si no es un control de precios estricto dependerá de negociaciones y cuestiones políticas”, dijo Carrillo.
“Me gustaría más que, si se implementa, se evalúe cada mes, cada dos, o cada trimestre y nos digan cómo va porque no tiene sentido anunciarla este año como si la inflación fuera de calendarios y no de mercados”, puntualizó Carrillo.
¿Cuáles son los riesgos de un plan antiinflación?
De acuerdo con los especialistas existen varios riesgos, como escasez de productos, mercado negro, informalidad, distorsión del mercado, afectación al empleo y pequeñas y medianas empresas y poco crecimiento económico.
“Los controles de precios, en general, no funcionan. Los precios son como un faro que te avisan que vas a chocar con algo, reflejan escasez, demanda, costos y a administrar señales del mercado”, explica Molano, quien ofrece un ejemplo con plátanos.
Por ejemplo, si yo vendo plátano y el gobierno me pide que lo dé a 10 pesos cuando en realidad está a 20, contemplando que tenga el inventario suficiente para poder hacerlo, puedo decidir salirme del mercado formal para pasarlo al mercado negro y darlo al costo que mejor me convenga.
En caso contrario, podría decidir dejar de producir plátanos para evitar tener problemas con la ley, perder la cosecha y despedir a mis trabajadores.
El presidente señaló que este plan tendría vigencia durante 2022, sin embargo, los estragos podrían ser peores, advirtieron, como un rebote mayor o sobredisparo, muy lejos del precio controlado del gobierno.
Aunque el Banco de México (Banxico) es el encargado de controlar la inflación en el país, no se sabe si este ente autónomo esté colaborando en la elaboración y negociación del plan del presidente Obrador.
“Espero que Banxico no esté participando porque se estaría vulnerando la autonomía, al banco le corresponde controlar la inflación por la política monetaria”, dice Carrillo.
¿Hay otras opciones al plan antiinflación?
Para Siller, la mejor manera de ayudar a contener la inflación es incentivar el crecimiento económico sin hacer gastos innecesarios, así como dejar de lado reformas o iniciativas que generan incertidumbre.
Los especialistas sugieren fomentar la competencia y la apertura de mercados, estimular la economía, tener disciplina fiscal y una política monetaria, y que la gente tenga poder adquisitivo con empleo formal.
García señala que el plan (hasta el momento) no menciona el fortalecer a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), organismo que evita los monopolios.
“Sin una buena recaudación tras el subsidio a combustibles, puede ser que la única alternativa que quede sea la deuda. Yo preferiría ver una política fiscal que, por un lado, estuviera más afiliada para recaudar más y la Cofece participara en el control de la inflación vía la competencia”, dijo Carrillo.
¿Cómo se ve la inflación para 2022?
El plan antiinflación no apunta a que reduzca o contenga el aumento de la inflación. Aunque el conflicto entre Rusia y Ucrania no era algo que se consideraba para este año y no se sabe cuándo vaya a terminar ni el alcance que va a tener, se podría esperar que los precios de energéticos, granos y las industrias que consumen granos sigan al alza.
“Es mejor enfrentar una alta inflación con una economía que está en expansión, que con una débil recuperación”, dijo Siller. “Si persisten las presiones para este segundo trimestre la inflación puede cerrar en 8%, y si persisten en el tercer trimestre, entonces la inflación se iría a 10%, este tiene menor probabilidad de ocurrencia, pero la del 8% si tiene altas probabilidades”.
Molano opina algo similar: “ya estamos cerca de tener una (inflación) de dos dígitos (10% o más) y de ahí es muy fácil que el fenómeno se multiplique, no es descabellado pensar en una inflación de dos dígitos, si metemos control de precios vamos a llegar más rápido”.
Hasta ahora y con el escenario que se vive actualmente, la economía creció 0.9%, muy por debajo de lo estimado que era 1.1%. “No es mucho, pero quiere decir que ya salimos del estancamiento económico. Planes así parecen ir en sentido contrario al de una reactivación económica”, dijo García.