“La psicología y el proceso educativo: Análisis, reflexiones y experiencias en México: ¿Qué nos aporta el concepto psicológico al entendimiento del proceso educativo?” es un libro que surgió como una iniciativa del Sistema Mexicano de Investigación en Psicología (SMIP) y que se consolidó con el esfuerzo de la Red Mexicana de Investigación en Psicología en México, además de contar con los esfuerzos de la Asociación Nacional de Investigación en Psicología Educativa, la Universidad Autónoma de Yucatán y del Centro de Estudios Clínicos e Investigación Psicológica.
Dentro de esta obra, se encuentra el capítulo “Prevalencia del acoso y de la violencia escolar entre iguales en estudiantes de secundaria de Baja California” escrito por Teresa Fernández de Juan, investigadora del Departamento de Estudios Culturales; Juana Isabel Vera López, investigadora del Departamento de Estudios de Administración Pública, ambas adscritas a El Colegio de la Frontera Norte, y Miriam de Anda Hernández, de la Coordinación de Derechos Humanos de Baja California.
Este capítulo pertenece a un proyecto de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California (CEDHBC) con el fin de validar y rediseñar mejores intervenciones para prevenir o erradicar la violencia en los centros escolares del estado. Este estudio tuvo como objetivos determinar la cantidad de víctimas y victimarios de acoso y violencia escolar entre iguales en las secundarias de Baja California y, para su posterior trabajo psicoeducativo, conocer los de tipo físico, psicológico y cibernético; presencia del docente, diferencias por género y los municipios con mayor violencia.
Las especialistas trabajaron con un total de 25 escuelas: siete en Ensenada, nueve en Mexicali, una en Rosarito, cuatro en Tecate y cuatro en Tijuana. El total de cuestionarios aplicados fue de 5750, ya que se buscó trabajar con los planteles más grandes para maximizar la población cubierta. En total, se aplicaron 2756 cuestionarios en las escuelas con foco rojo (reportados con incidencia violenta), y 2994 en las clasificadas como foco verde. El trabajo de campo se realizó entre agosto y noviembre de 2019. Un total de 2978 respuestas corresponden a mujeres y 2772 a hombres. La edad de los estudiantes osciló entre los 13 a los 15 años
De manera general, las especialistas señalan que, en una muestra significativa estratificando los cinco municipios del estado según número de escolares, se obtuvo que el 20 por ciento de los estudiantes (uno de cada cinco) son violentados, fundamentalmente de tipo físico, 12 por ciento sufre violencia escolar y 7.8 acoso, sin diferencias por sexo. El municipio de Rosarito presenta las mayores tasas de violencia, seguido por Ensenada.
Los principales resultados obtenidos en las escuelas secundarias de los cinco municipios de Baja California apuntan a que un 12 por ciento de los alumnos sufren de violencia escolar por pares y un 8 por ciento de bullying o acoso. En total, se está hablando de un 20 por ciento de estudiantes violentados en su entorno escolar, de los cuales casi 10 por ciento son acosados. Distinguiendo por tipos de violencia escolar, 18.4 por ciento de los estudiantes manifiestan ser objeto de violencia física, 12.5 por ciento de violencia psicológica, y 7.3 por ciento de ciberviolencia. En el caso del acoso escolar, estos porcentajes pasan a ser de 12, 11 y 3 respectivamente.
Por otro lado, una situación apremiante que señalan las realizadoras del capítulo es la presencia del cuerpo docente al momento de darse situaciones de violencia entre estudiantes. Por lo que se pudo apreciar, no sólo más de un 10 por ciento de las veces los docentes fueron testigos de actos de violencia y acoso escolar, sino que, además, en Ensenada, Rosarito y Tijuana este porcentaje sobrepasó con creces el 20 por ciento en violencia escolar y en acoso psíquico.
Por último, cabe destacar que este cuestionario, de acuerdo a las especialistas, no sólo permitió establecer un diagnóstico, sino también sensibilizar a los estudiantes encuestados acerca de ser víctimas o victimarios de violencia escolar o de acoso; lo cual le otorga una función de tipo concientizadora/educativa sobre este proceso. De manera complementaria, enfatizan en que estos escenarios de violencia no solo deben de ser afrontados por el personal de la escuela, sino que deben de contar con el apoyo y acciones de madres y padres de familia para lograr una concientización por parte del estudiante y generar que los espacios de estudio estén libres de violencia.
El libro se encuentra disponible para su consulta y descarga a través de: https://bit.ly/3qS54cV