Pavel y Alexander se conocieron en Tijuana en 1993, tras ser invitados a participar en un concierto. Se quedaron a vivir allí e impulsaron la Orquesta de Baja California, trayendo un nuevo aire cultural. Alexander se opone a la invasión de Ucrania. Pavel siente ahora rabia contra todo lo ruso, pero su amistad de treinta años sigue intacta.