De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Migración, en los primeros tres meses del año, han arribado más de 40 mil migrantes de nacionalidad ucraniana y rusa a México, cifra que ha visto aumentada, en comparación con el 2021, a causa de la guerra de Ucrania y Rusia. Lo anterior ha generado que, en ciudades fronterizas del norte de México, se noté la presencia de personas de dichas nacionalidades que solicitan asilo al gobierno de los Estados Unidos.
El Dr. Guillermo Alonso Meneses, investigador del Departamento de Estudios Culturales de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), mencionó que, en el caso de las garitas de Tijuana, la población de origen ucraniano que solicitan asilo al gobierno de Estados Unidos, arribaron al país a partir de febrero; contrario a personas de nacionalidad rusa, ya estaban presentes desde 2021.
Sin embargo, de acuerdo al antropólogo social de El Colef, el fácil acceso al asilo por parte de Estados Unidos o a permisos de trabajo en países como Alemania, Inglaterra, España, entre otros, a personas provenientes de Ucrania, abre una discusión sobre la existencia refugiados de primera, de segunda y de tercera.
Ejemplifica que en Tijuana podemos constatar lo anterior dado que personas provenientes de Ucrania obtendrán el estatus de refugiado en Estados Unidos antes que migrantes provenientes de Haití, Centroamérica o Rusia. Y, que si bien salieron de su país a causa de una guerra, no se ven como personas que han padecido de una mala vida o de grandes vejaciones como sí las personas provenientes de otras latitudes.
En cuanto a la posible formación de campamentos de migrantes, como en anteriores ocasiones, el Dr. Alonso Meneses concluye que es poco probable que esto ocurra dado a la facilidad al acceso del asilo y que, además, son familias que cuentan con recursos económicos sólidos.