A lo largo de la historia de la humanidad, las tendencias y las formas en las que construimos los espacios para vivienda se han visto modificados por innumerables sucesos naturales. Específicamente, las epidemias que han surgido con el paso de los siglos han marcado un antes y un después en términos de construcción de espacios de vivienda, siempre con el fin de adaptarnos y generar condiciones que “protejan” de las amenazas externas.

Estas epidemias, como la actual, han sido fundamentales para moldear el mundo que se “construye”, cambiando totalmente la realidad. Arquitectura, diseño de espacios, interiorismo, todos son eslabones que están experimentando cambios bajo una premisa fundamental: adaptarse al nuevo mundo y las condiciones actuales que exige para cada uno de nosotros.

La actual pandemia por Covid-19 está generando modificaciones profundas que buscan encontrar un equilibrio entre el espacio en el que se habita con el que se trabaja, integrándolos en un mismo plano, pero respetando los límites de cada uno.

La tarea no ha sido sencilla. Grandes firmas inmobiliarias, de arquitectura y diseño en México y en todo el mundo están enfocando sus esfuerzos en generar espacios residenciales y de vivienda más amplios, con mayor ventilación, y con las características que permitan tener un espacio para el home office o el trabajo híbrido.

Existen diversos estudios en la materia que señalan que el colaborador necesita tener condiciones propicias para seguir siendo productivo desde el hogar. La intromisión de un ámbito sobre el otro (trabajo sobre hogar), puede traer como consecuencia que su salud mental se vea afectada y, por ende, afecte su productividad. Poco a poco se comienzan a notar cambios en las tendencias que predominarán en los nuevos hogares, sobre todo en las más grandes y pobladas ciudades en el mundo.

Además, este período se caracterizó por la planeación y construcción de proyectos basados en estrategias eco-sustentables, así como la adopción de tecnologías de última generación en edificios residenciales y de vivienda.

Uno de los aprendizajes que nos deja este periodo es justamente la necesidad de acelerar la consolidación de medidas sustentables, implementación de tecnologías y conseguir certificaciones en materia de cuidado ambiental, así como la transición al consumo de energías limpias en cada proyecto inmobiliario, incluyendo desde luego el sector residencial y de vivienda.

Particularmente, en JLL hemos colaborado en proyectos residenciales y de usos mixtos que cuentan con las más altas especificaciones en términos de sustentabilidad y adopción de tecnologías inteligentes. Ejemplos de estos proyectos son Lagasca, Miyana y Balzac, todos ellos, proyectos residenciales y de usos mixtos emblemáticos para JLL.

Por otra parte, muchas personas han tenido que adaptar espacios en su hogar e incluso adquirir mobiliario ergonómico, con el fin de cumplir con sus jornadas laborales en un ambiente cómodo y sano. Justamente el año pasado, a través del Área de Proyectos y Desarrollos de JLL se organizó un evento virtual en el que se analizaba la adopción de espacios de oficina en el hogar.

Diversos expertos participaron en el tema y entre algunas de sus conclusiones, se señaló que la productividad de los empleados está directamente relacionada con la experiencia vivencial que tengan en sus espacios de trabajo. Durante este periodo de pandemia, factores como la ergonomía aplicada al mobiliario, la iluminación, así como elementos como el ruido, la conectividad y deficiencias tecnológicas en el hogar, pueden ser causas que den respuesta a problemas que están enfrentando los empleados. De manera tal que, en términos de reconfiguración de espacios e interiorismo, este es otro factor que está modificando el sector vivienda y residencial.

Finalmente, la dimensión de cada uno de los espacios residenciales y de vivienda está siendo un factor fundamental en los nuevos proyectos habitacionales. Existe una tendencia a “despresurizar” los espacios en donde las personas habitan y evitar el hacinamiento. 

En los últimos años, las viviendas son ocupadas por cada vez menos personas, de acuerdo con los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda 2020 realizado por el INEGI.

Para dar un ejemplo, en 2000 el promedio de habitantes por residencia era de 4.4 ocupantes, mientras que en 2010 fue de 3.9, y en 2020, 3.6. Respecto al tamaño de las viviendas, en los últimos 10 años crecieron más las de tres y cuatro habitaciones, con tres y 1.8 viviendas más, respectivamente. Es decir, esta tendencia de espacios en donde las personas puedan cohabitar en áreas más amplias ya se venía presentando, y esta crisis de salud mundial solo lo reconfirmó.

De manera que, todos estos son ejemplos de una profunda reconfiguración en el sector que se presentó durante el periodo de pandemia pero que marcará la tendencia de los próximos años. Todos son testigos y actores de estos cambios, que serán sin duda, en beneficio de la sociedad en su conjunto.

Facts:

Los cambios que el mundo ha experimentado luego de una crisis de salud global, están originando que el sector vivienda y residencial evolucione, para ofrecer espacios que permitan a las personas cohabitar en un ambiente de seguridad y tranquilidad.

Además, las nuevas dinámicas laborales, como el trabajo híbrido, también están generando cambios importantes a nivel de arquitectura y reconfiguración de espacios en el hogar, con el fin de adaptarse a estos modelos y brindar a las personas una mezcla perfecta entre hogar y oficina.

Arturo Bañuelos, Director Ejecutivo de Administración de Proyectos y Desarrollos de JLL México.

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