La lengua cucapá pertenece al grupo yumano de la familia lingüística cochimí-yumana. Los cucapá residen en el noreste de Baja California, en el noroeste de Sonora y en el suroeste de Arizona, Estados Unidos, y desde hace unas décadas se han desplazado al sur de Baja California, creando localidades en los municipios de Mexicali y San Felipe.
La Dra. Etna Pascacio, quien actualmente estudia la lengua cucapá, expuso en el Centro Cultural Tijuana (Cecut), institución de la Secretaría de Cultura federal, la conferencia “Panorama sobre la lengua cucapá: descripción, documentación y enseñanza”.
En el marco del ciclo de conferencias mensual Iraís Piñón, la Dra. Pascacio, quien es coordinadora del Programa de Investigación y Estudios Aplicados en Lenguas Indígenas de Baja California, de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), presentó un breve panorama sobre los proyectos que se han desarrollado para la documentación y enseñanza de la lengua cucapá, así mismo, presentó algunas experiencias de hablantes nativos que se han dedicado al fortalecimiento de dicha lengua.
Sobre los materiales de descripción lingüística, la Dra. Pascacio comentó que son limitados los materiales que existen “de descripción lingüística actual, prácticamente no hay, ni de Arizona, ni de México y para Baja California hay muy pocos materiales de antes y de ahora, que además son materiales muy pequeños.”
Respecto a la documentación, la investigadora afirmó que en la lengua cucapá ha existido documentación de dos tipos, “la primera, es una documentación muy formal dentro del campo de la lingüística y es cuando se hacen registros muy cuidados de la lengua y muy planeados sobre las temáticas que se graban, este tipo de documentación suele transcribirse para la creación de materiales, análisis lingüístico, etc.”
“Por otro lado, la segunda, en la que se considera la documentación de una manera más lapsa, es cuando se considera documentar el ir y a registrar la lengua, siempre y cuando haya información del informante, fechas, en qué lugar estamos, etc.”, afirmó Etna Pascacio, quien ostenta la maestría y doctorado en Estudios Mesoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sobre los proyectos de enseñanza la conferencista señaló que algunos forman parte de la escuela y otros son locales o familiares; “para la enseñanza podemos decir que los materiales son muy pocos, por mencionar los más importantes, existe un alfabeto y dos materiales que se utilizan en las escuelas, los cuales, ni siquiera están nivelados para aprender la lengua.”
Entre estos materiales, la lingüista explicó que existe un libro oficial de educación primaria, publicado en 1982 y reeditado en 2012, “ese material consiste en una lista de frases que primero están en español y después en una lengua yumana, según la que se esté estudiando”. También comentó que solo existen dos escuelas bilingües en la comunidad El mayor de cucapá, un preescolar y una primaria, recalcó que desde hace tiempo han sido pocas las profesoras que han enseñado la lengua.
Entre las profesoras que se han dedicado a la enseñanza de la lengua cucapá se encuentra Sonia Moreno, quien es promotora de la cultura cucapá y licenciada en Agronomía por la UABC. Actualmente, la maestra Moreno ayuda a la Dra. Pascacio como informante para sus investigaciones, durante la conferencia se compartió una entrevista en la cual la Mtra. Moreno compartió su experiencia como miembro del pueblo cucapá.
“Como dijo Sonia, la lengua se aprende en casa platicando y escuchando esas pláticas, actualmente como ya no se habla en casa, se intenta enseñar en la escuela, pero en la escuela lo que se está enseñando principalmente es a escribir palabras con los materiales, no hay una enseñanza de la lengua en uso fluido de pláticas, entonces prácticamente los niños aprenden sustantivos y ciertos verbos”, afirmó la Dra. Pascacio, quien se ha dedicado con anterioridad a la investigación de la lengua matlatzinca.
La investigadora Etna Pascacio, concluyó su presentación afirmando que los proyectos tienen que surgir desde los propios pueblos y deben de estar dirigidos a los jóvenes, quienes son los que tienen más ganas de recuperar su cultura y lengua.
“Tenemos que apoyar haciendo una planificación a corto, mediano y largo plazo, que esté bien dirigida hacia lo que se llama planificación del estatus, o sea, qué valor le damos a la lengua, planificación del corpus y de la adquisición, que sería cómo es que se puede seguir enseñando y transmitiendo la lengua para regresar a que sea una lengua viva.”, añadió.