Después de dos años de continuas afectaciones en las cadenas de suministro por dificultades económicas y logísticas en la importación de productos provenientes de Asia en el sector de la moda, las grandes marcas que operan en el país han tenido que plantearse nuevas posibilidades para sostener los inventarios ante la alta demanda que representa.
Además, la preocupación del papel que jugará China en el contexto geopolítico actual y los últimos brotes de COVID en ese país, ponen sobre la mesa en clientes de empresas como Maersk, muy dependientes de esta zona, la oportunidad de recurrir a nuevos sistemas como el llamado nearshoring.
El Head of Retail and Lifestyle para Maersk Middle America, Kenneth Bech, señala que la necesidad de atender al mercado local en su alta demanda de las marcas internacionales, adicional a la restricción de espacios y altos costos en fletes marítimos, ha motivado a muchas marcas y empresas replantearse la posibilidad de comprar materia prima a nivel regional y hacer la producción localmente para cubrir esa gran demanda con un costo mucho menor, reducir así la dependencia de Asia e incluso, si este escenario tiene éxito, expandirlo a otros mercados como Estados Unidos.
“Toda esta intermitencia que hay desde el inicio de la pandemia, sigue provocando el cierres de fábricas y un impacto en los inventarios, que al principio hizo que los clientes aumentaran sus proveedores logísticos, contrataran transportes más costosos como el aéreo o el llamado LCL (less than container load) o carga parcializada, hasta que se plantea a mediano plazo utilizar el sistema nearshoring, que permitirá la producción local y la expansión a mercados que están muy interesados en comprar el producto aquí en México”, explicó Kenneth Bech.
El nearshoring aquí en México también permitiría que empresas y productores locales tengan un impacto favorable en sus ventas en comparación con años anteriores pues tendrían la oportunidad de cubrir una parte de la demanda de este mercado tan amplio, al igual que las importaciones incluso de Centroamérica.
Como contexto, de acuerdo con la Secretaría de Economía, la industria textil en México tiene tal relevancia que en el primer trimestre de 2020 aportó el 3.2% del PIB y generó cerca de 600 mil empleos. Por su parte, el INEGI y la Cámara Nacional de la Industria Textil sostienen que actualmente, del total de las exportaciones, 76.4% corresponden a prendas confeccionadas y 23.6% a productos textiles, con Estados Unidos como el destino de mayor volumen de exportaciones, con 56% del total.
A partir de la pandemia, el e-commerce desempeñó un papel importante en todo el mundo del lifestyle por mantener la baja en inventarios, y aunque continúa su crecimiento entre 15 a 18 por ciento en comparación con el año pasado, el mundo de la moda está marcado por la velocidad en los cambios de tendencia que requieren de la flexibilidad de los proveedores de logística para estabilizar esos movimientos rápidos en la mercancía.
Otro punto clave que comparte el integrador logístico Maersk para las nuevas estrategias en las cadenas de suministro en el ámbito de la moda y estilo de vida es la modernización que integra el mundo digital con el físico. Esto quiere decir que una cadena de suministro moderna permite un marco híbrido: logra un equilibrio entre eficiencia y capacidad de respuesta.
Con la capacidad de respuesta viene la agilidad y la flexibilidad que son vitales para satisfacer las necesidades de una empresa y sus clientes. Esto permite a las empresas satisfacer las demandas rápidamente y eliminar los desabastecimientos. La fabricación o el ensamblaje de productos se basa en datos en tiempo real en lugar de pronósticos.
Lograr ese equilibrio perfecto entre los picos y las pausas en la demanda es esencial. Una mejor capacidad de respuesta allana el camino para una cadena de suministro resistente al ayudar a las empresas a satisfacer las demandas cambiantes de sus clientes de plazos de entrega más cortos, productos personalizados y una sólida presencia en el comercio electrónico. Este enfoque estratégico es el eje de una cadena de suministro integrada de extremo a extremo que hace que las marcas de moda y estilo de vida sean resistentes a las interrupciones en toda la industria.
En esos tiempos, gestionar las expectativas de los consumidores, la calidad del producto, el volumen de inventario y las relaciones con los proveedores de moda requiere la coordinación flexible y el equilibrio de una cadena de suministro de moda y estilo de vida innovadora y moderna.