Al inicio de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, se experimentó una caída económica relevante en un nivel nacional, que continúa hasta hoy. Tal como lo reporta el Dr. Eduardo Mendoza, Director del Dpto. de Estudios Económicos de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), en el segundo semestre del año pasado hubo caídas de hasta el 16 % en el PIB, y las actividades económicas secundarias le superaron con la deflación del 25%. Incluso puede medirse la catástrofe a través de lo que el doctor llama “el termómetro de las recesiones”, que es el sector perteneciente a la construcción, con una caída total de 30%.
No es sino hasta el tercer trimestre que empieza a observarse una mejoría, explicó el especialista. En este período, la economía entra en un lento período de reactivación, desajustando algunas restricciones sociales y económicas, que permite ir disminuyendo la curva de pérdidas en empleos y valores económicos.
Aunado a lo anterior, para el cuarto trimestre, sin embargo, el ímpetu de mejora inicial se reduce, con pérdidas totales de hasta 70 mil empleos en el ámbito del comercio, y 420 mil en el sector de servicios, tan necesarios para empleados, público y empresas.
Por otro lado, el Dr. Mendoza explicó que en el plano nacional, existe una pérdida total de 557 mil empleos, hay grandes pérdidas en estados como el Distrito Federal, Nuevo León o Jalisco, que son de los estados con mayor índice de desarrollo económico. Los estados que se mantuvieron fueron Chihuahua y Baja California, que apenas sufrieron pérdidas. Especialmente Baja California, con su robusto sistema maquilador, ni siquiera sufrió una pérdida real, sólo una reducción del crecimiento al 0.3%.
El investigador concluye que existe una gran importancia económica de Baja California como sector productivo, tanto de cara a nuestro propio país como de los Estados Unidos y el mundo en general.