Con la complicidad de sus amigos y familiares la Secretaría de Cultura de Baja California logró sorprender al ícono del rock mexicano Javier Bátiz, con un homenaje en el marco de sus 65 años de trayectoria, la noche del pasado jueves 21 de octubre en el Foro Experimental del Centro Estatal de las Artes de Tijuana.
Ajeno a lo que le esperaba, Bátiz fue recibido con una ovación y un nutrido aplauso por parte del público que ya lo esperaba en el interior del recinto.
“Maestro Bátiz, te hemos traído con engaños, en realidad es un homenaje a tu persona, a tu obra y a las contribuciones que has hecho a la cultura de Tijuana, de Baja California y de México”, precisó Pedro Ochoa Palacio, secretario de Cultura en la entidad.
“Estamos muy orgullosos que nos acompañes esta tarde, eres un tijuanense excepcional, tu trabajo debe ser reconocido, estamos muy contentos. Nos acompaña el maestro Gaspar Orozco y una serie de personajes que vía remota hablarán de tu obra y de tu trabajo”, expresó Ochoa Palacio.
Sorprendido y visiblemente emocionado, Javier Bátiz disfrutó la participación musical de jóvenes que se ha formado en su Escuela de Guitarra, a quienes les ha compartido su saber y sonidos característicos.
Posteriormente, se proyectaron testimonios de personalidades como Armando Palomas, Kenny y los Eléctricos, Rubén Albarrán, Federico Rubli, entre otros, reconociendo la trayectoria del también llamado “El Brujo del Rock”.
Vía telefónica pudo platicar con las cantantes Rosalía León y Eugenia León, quienes lo felicitaron por sus 65 años en la música y le expresaron su admiración y cariño.
“Tijuana, arriba Tijuana, yo tengo en mi mente que quiero dejar un legado importante y, bueno, todos los muchachos que tocaron han sido alumnos míos desde que tenían 13 o 14 años”, comentó Bátiz para después recibir una placa conmemorativa de manos de Ochoa Palacio.
Acompañado con sus discípulos, tres guitarristas, una bajista y el baterista, Bátiz ofreció temas como Carlitos Way, Angel Baby, que cantó con Giovana, además de Lobo Herido y En quién más hay que creer.