La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) anunció que se alcanzó un acuerdo sobre un impuesto de sociedades del 15% a nivel mundial para las multinacionales a partir de 2023, que recibió el respaldo de 136 países.
«El histórico acuerdo (…) redistribuirá a países de todo el mundo más de 125,000 millones de dólares en beneficios de unas 100 de las multinacionales más grandes y rentables del mundo, que pagarán su justa parte de impuestos», reza un comunicado de la OCDE.
En la recta final de la negociación, la iniciativa recibió el apoyo de países otrora reticentes como Irlanda, Estonia y Hungría. Solo cuatro de las 140 jurisdicciones involucradas no se adhirieron finalmente: Kenia, Nigeria, Pakistán y Sri Lanka.
El secretario general de esta organización con sede en París, Mathias Cormann, celebró que «todos los países del G20», «todos los de la UE» y «todos los de la OCDE» hayan dado su visto bueno a este tipo impositivo, que se presentará a fines de mes durante una cumbre del G20 en Roma.
«Este ambicioso acuerdo garantiza que nuestro sistema fiscal internacional está adaptado a la realidad de la economía digital y globalizada de hoy en día», agregó en la nota Cormann, que lo calificó de «gran victoria» y llamó a «actuar rápidamente» para aplicarla.
La medida se estructura en torno a dos pilares: un impuesto de sociedades mínimo del 15% para aquellas empresas que facturen más de 750 millones de euros anuales (867 millones de dólares) y una medida para que los ingresos abonados por las grandes empresas lleguen a los países donde obtienen sus beneficios y no donde tienen su sede social.
Esta última medida se aplicará a las multinacionales cuya facturación mundial supere los 23,000 millones de dólares y cuya rentabilidad sea superior al 10%, precisa el comunicado.
La llegada en enero de Joe Biden a la Casa Blanca representó un impulso a esta reforma mundial, que se plasmó en un primer acuerdo en julio, que los países, con diferentes estrategias fiscales, acabaron de perfilar este viernes.