México podría perder el grado de inversión de su calificación crediticia en los próximos 24 meses debido al apoyo a Pemex y el limitado crecimiento económico, de acuerdo con Banco Base.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de esa institución bancaria, señaló que la próxima semana la Secretaría de Hacienda presentará el paquete económico para 2022, en el cual se espera que prevalezca el respaldo a las finanzas de Pemex y la austeridad en el gasto de Gobierno.
«El constante apoyo a Pemex, particularmente a la refinación, puede poner en riesgo el grado de inversión en los siguientes 24 meses», advirtió Siller.
«No se prevén recortes inmediatos, sino paulatinos, que lleven a México a perder el grado de inversión en dos años si no se arreglan los problemas de fondo de Pemex, que son alto endeudamiento y baja rentabilidad».
Actualmente, Fitch Ratings tiene la calificación crediticia de México en BBB-, a una rebaja de situarse en el grado especulativo o basura.
En el caso de S&P, la calificación es de BBB, y la de Moody’s de Baa1, a dos y tres recortes, respectivamente, de perder el grado de inversión.
Por otra parte, la austeridad en el gasto público, y especialmente en la inversión física, tendrá un impacto en el crecimiento económico del País, limitándolo a partir de 2023 hacia 1.5 o 1.0 por ciento.
Renzo Merino, vicepresidente y analista senior de Moody’s Investors Service, señaló recientemente que aunque la economía mexicana presentara crecimientos altos este año y el próximo para lograr recuperarse en 2022, posteriormente regresará a rangos de crecimientos menores a 2.0 por ciento al finalizar el actual Gobierno federal.
En este sentido dijo que además del bajo crecimiento económico otro factor necesario para la reducción del grado de inversión sería un aumento sostenido en las rigideces fiscales que pesará sobre la fortaleza fiscal del País.
«Si viéramos crecimiento inferior a 2 por ciento en el mediano plazo, eso podría crear ciertas presiones para el perfil crediticio, en particular porque podrían pesar sobre la fortaleza económica, con menos resiliencia a choques y menos ingresos para el Gobierno».