Los emprendedores en México son campeones temerarios que sostienen la economía y merecen reconocimiento. “Los emprendedores son quienes deciden fundar una empresa en México, sin importar si son mexicanos o extranjeros, pero que apuestan por la formalidad, generan empleos y pagan impuestos”, me dijo Juana Ramírez, presidenta del Consejo Directivo de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) y emprendedora.
En el país existen 4.8 millones de unidades económicas, según el Inegi, y de estas 99.8 por ciento son micro, pequeñas y medianas (mipymes). ¡Solo 0.2 por ciento son empresas grandes!
Estas mipymes, no necesariamente tecnológicas o innovadoras y muchas veces de ramos tan tradicionales como una lechería o una farmacia, son las que generan siete de cada 10 empleos. Ellos son los que reactivan al país porque “así ha sido siempre y seguirá siendo”, me dijo Juana, “porque son los que en la crisis salen y se defienden; para eso tienen que invertir y crecer y para eso tienen que generar más empleos”.
Con eso en mente hoy, la ASEM presenta su iniciativa E-100, la búsqueda de 100 emprendedores que desde Baja California hasta Yucatán sostienen al país.
“Nos preocupa que se haya perdido de vista el impresionante valor de los empresarios en el país”, me dijo Juana, quien cree que una marea de emprendedores puede reivindicar el trabajo que sí hacen.
En México, la mitad de la economía es informal. “Son negocios que pagan a destajo, cuyos empleados no están en el seguro social o dan facturas y se les paga en efectivo. Entonces, 50% de la economía no genera empresa o paga impuestos, y por eso vale la pena reconocer a quienes sí lo hacen”, me explicó Juana, “porque se hace dinero más fácil cuando cada quincena no se cumplen leyes o normas”.
Además, los emprendedores que lideran las mipymes viven calvarios que complican su supervivencia: es más difícil conseguir financiamiento, padecen la corrupción y la burocracia como toda empresa, pero en un piso disparejo por un tema de tamaño, tracción y recursos. No hay estímulo fiscal alguno para emprender, ni en medio de la crisis más profunda, y a su alrededor hay brechas de todo tipo.
Por eso los emprendedores son temerarios; ellos se la juegan todos los días, son más audaces, son intrépidos, y son los que encuentran cómo hacer las cosas bien. Coincido con Juana, es momento de reconocerlos, revalorarlos y contar sus historias; eso haremos en MILENIO durante el proceso de postulación y hasta conocer ese listado final de los E-100 de ASEM.
Queremos más emprendedores, queremos que los que no se sientan parte del grupo se la crean e inspiren a otros a lograrlo. Sabemos que una economía formal resulta en desarrollo, productividad, oportunidades y bienestar. Pero es muy duro saber que a México lo sostiene la mitad de México.