En México, a raíz de la pandemia, ocho de cada 10 empresas presentaron la disminución de hasta 50 por ciento de sus ingresos, lo que pegó directamente en su crecimiento y sostenibilidad.
Asimismo, esa falta de recursos provocó retrasos en los pagos de deudas a proveedores, lo que también ocasionó una cadena de insolvencias corporativas.
Al respecto, la Aseguradora Solunion México, empresa de seguro de crédito y gestión de riesgo comercial, explicó en un comunicado, que al cierre del 2020, consecuencia de la crisis sanitaria, 58 por ciento de las empresas aseguradas por ellos, presentaron una siniestralidad y se espera que, de las primas contratadas para cubrir estos impagos, alrededor de 66 por ciento estarán presentando siniestros al cierre del 2021.
“Si un empresario no puede ajustar sus gastos en la misma proporción que se reducen sus ingresos, la consecuencia es la reducción de las utilidades o presentar pérdidas, en consecuencia se verá vulnerable el patrimonio de su empresa; debido a lo anterior se inicia un problema de liquidez que, de alargarse, se convierte en una crisis de solvencia y pone en riesgo la continuidad de la compañía; esta problemática la estamos observando en el mercado mexicano y mundial”, destacó Bernardo Barrera, Director Comercial de Solunion México
Y es que de acuerdo con la última encuesta realizada por el INEGI, respecto a la demografía de los negocios, a raíz de la llegada del COVID-19, 87 por ciento de las empresas afirma que ya tuvo afectaciones a raíz de la pandemia.
Actualmente, expuso Solunion, las empresas pueden hacer frente a algunas de las principales dificultades por medio de un Seguro de Crédito, ya que con este tipo de protección ante un incumplimiento de pagos en los créditos que otorgan a clientes, la aseguradora se encarga del recobro a deudores y cuando el cobro ya no es posible, puede respaldar financieramente al asegurado respecto al monto no pagado.
“Este tipo de soluciones se vuelven clave si tomamos en cuenta que 40 por ciento de las empresas han afirmado al INEGI que comenzaban a retrasar el pago de sus deudas; lo que nos permite anticipar dos cosas: la primera es que tuvimos falta de pagos en una primera parte del 2021 y en esta segunda parte el panorama no pintará diferente hasta que veamos realmente que la situación de la pandemia mejore, se controle de nuevo el número de contagios y se complete el proceso de vacunación; la segunda es que los impagos van a seguirse dando y se están presentando como en efecto dominó”, comentó Bernardo Barrera.
Finalmente, dijo que “el dato de la siniestralidad de todo el mercado mexicano de este ramo de seguro de crédito, a septiembre del 2020, era extremadamente alto y equivalía al 95 por ciento de las primas de todo el sector. Y, como era de esperarse, al cierre del año se muestra un crecimiento interesante del 15 por ciento en comparación con el año previo”.