Con datos preliminares, la economía creció 1.5% en el II trimestre gracias a la reapertura económica, pero no tuvo el dinamismo esperado por los analistas.
La economía está en ruta de recuperación, aunque con sobresaltos. En el segundo trimestre la economía creció 1.5% respecto al anterior, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), pero la cifra preliminar fue menor a lo esperado.
Impulsado por la reapertura económica, el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre creció 1.5% en medición intertrimestral preliminar y con cifras desestacionalizadas, por lo que rebotó 19.6% en comparación con el mismo trimestre del año pasado, periodo cuando la economía se desplomó por la crisis sanitaria provocada por el COVID 19.
La cifra fue menor a las estimaciones de los analistas consultados por Reuters, cuyo consenso esperaba un incremento de 1.7% y, si bien aún existe posibilidad que se alcance dicha cifra conforme el Inegi revise los datos, el resultado adelantado ya causa preocupación entre los expertos.
Para Alonso Cervera, economista en jefe para América Latina de Credit Suisse, la explicación de este resultado menor a lo esperado puede tener tres posibles explicaciones: Que «el de junio fue un muy mal dato», que «abril y mayo fueron más débiles de lo reportado», y que «el dato de hoy se revisará al alza en agosto».
En la visión más pesimista de Cervera, el dato del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de junio -que Inegi dará a conocer el 25 de agosto- mostraría un duro tropezón para la recuperación. Si bien en abril, la economía cayó 0.2% y aunque le siguió un incremento de 0.6% en mayo, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica ya adelantó que en junio se esperan una nueva desaceleración con un incremento de tan solo 0.3%, influido por la caída de -0.7% en la industria.
El subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, concuerda con Cervera. En su cuenta de Twitter escribió que el incremento estimado para el 2T contrastado con los resultados de abril y mayo es ya una mala noticia, pues implica que la tasa implícita para junio es negativa en -1.9%.
El resultado del segundo trimestre era esperado con ansias por los analistas debido a que posiblemente será el más dinámico en el año, pues esperan que el tercer y cuarto trimestre reduzcan su ritmo al no contar con el impulso de la reapertura de servicios. Por tanto, el resultado de este periodo define en buena parte si el crecimiento anual estimado de 6% es realmente alcanzable.
Sin embargo, aunque en este trimestre existió aceleración, aún está lejos de alcanzar los niveles prepandémicos pues como advierte el presidente del Inegi, Julio Santaella, “a pesar de su fuerte crecimiento estimado en 2021-T2 (1.5% t/t y 19.6% a/a), el Producto Interno Bruto todavía no llega a sus niveles previos a la pandemia; apenas alcanzó un nivel similar al del 2016-T4”.
La mayoría de los analistas, como Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México, señalan que será hasta el primer semestre de 2022 cuando la economía mexicana recupere sus niveles prepandemia, si bien aún no a su mayor nivel de 2019.
Se alentan cadenas industriales
Algunos analistas observan el aletargamiento en la recuperación industrial ante los graves problemas surgidos en las cadenas de producción. “Los motores de impulso cambiaron, del industrial a los servicios, ante la moderación de la demanda externa”, comentó en un tweet Alfredo Coutiño, economista en jefe para América Latina de Moody´s Analytics.
El avance del sector secundario fue de tan solo 0.4%, el menor desde el inicio de la pandemia, en comparación con un sólido 2.1% en el terciario, si bien a nivel interanual la industria está dos puntos más cerca de recuperar su PIB prepandémico.
En los trimestres siguientes al gran confinamiento, la industria fue la punta de lanza de la recuperación económica pues gozó del beneficio de una rápida reapertura al ser declaradas las manufacturas -principal componente del sector- como actividades esenciales.
Durante el tercer trimestre de 2020, el PIB del sector secundario tuvo un rebote de 21.7% y en el cuarto continuó liderando con 3.9%. En enero se moderó creciendo sólo 0.5% en comparación al sector terciario que subió 0.9%, sin embargo destacó en otros rubros como los niveles de ocupación manufactureros y la exportaciones.
Pero con la reapertura del sector terciario -de comercio y servicios- a principios del segundo trimestre, la industria fue perdiendo protagonismo conforme también se enfrentó a importantes crisis como la de los semiconductores en la industria automotriz.
Alerta: Impulso externo pierde potencia
México no fue el único que no cumplió con las expectativas, también los Estados Unidos tuvieron un crecimiento menor al esperado.
El PIB de la Unión Americana creció 6.5%, dos puntos por debajo del consenso de 8.5% de los analistas lo que generó preocupación sobre la llegada de una prematura desaceleración económica pues el avance trimestral fue tan solo dos décimas mayor al del primer trimestre.
El dato impacta en México dado que la recuperación mexicana está en función del efecto “arrastre” de la locomotora estadounidense, principalmente a través de las remesas y las exportaciones manufactureras.
«La parte del sector externo viene bien y ha aumentado el consumo, pero la inversión se ha rezagado y urge reactivarla» comentó Gabriel Casillas, economista en jefe de Análisis Económico Banorte.
Ante la débil recuperación del mercado interno en México, incluido el consumo y la inversión, el país está a la expectativa de lo que suceda en su vecino del norte, que para el tercer trimestre puede encontrar una mayor desaceleración por los efectos base de comparación y una variante delta que está provocando estragos en amplias regiones de la Unión Americana. Aunque también se espera la aprobación del nuevo paquete de infraestructura propuesto por el presidente Joe Biden.