Según los datos del Consejo Internacional para la Pequeña Empresa, este tipo de negocios, pertenezcan al sector formal o informal de la economía, representan más del 90% del total de empresas, generan entre el 60% y el 70% del empleo y son responsables del 50% del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial, opinó Felipe Valdivieso Vega, maestro en Gestión Pública Aplicada.
Señaló que tan solo en México, de acuerdo con datos de Forbes existen cerca de 4.2 millones de MIPyMES, las cuales contribuyen con alrededor del 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan el 70% del empleo formal, considerando este mercado de gran importancia para el desarrollo del país.
Destacó que cada 27 de junio se celebra el Día Mundial de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) como reconocimiento de las Naciones Unidas a su importancia en la generación de empleo e ingresos claves para el fomento del desarrollo en todo el mundo.
“Este día fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en abril del 2017, tras la celebración del 61º Congreso Internacional de PYMES que tuvo lugar en las Naciones Unidas a petición de Argentina y el Consejo Internacional de Pequeñas Empresas (ICSB)”, agregó.
Este evento, dijo, tiene como principal objetivo generar un impacto en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible a través de la creación de empleo y de desarrollo económico.
De acuerdo con la ONU, las PYMES son las empresas que cuentan con un número reducido de trabajadores y un moderado volumen de facturación, son la espina dorsal de la mayoría de las economías del mundo y desempeñan un papel fundamental en los países en desarrollo.
A pesar de ser una fuente muy importante en la economía del país y en todo el mundo, las PYMES no cuentan con muchos de los recursos necesarios para que se desarrollen de una manera plena.
Según el Banco Mundial, entre 200 y 245 millones de empresas, formales e informales, no tienen acceso a los préstamos o créditos bancarios que necesitan, o no disponen de financiación, pero aun así el acceso es complicado. De ellas, más del 90% son microempresas y PYMES.
Entre las problemáticas de las pequeñas y medianas empresas podemos resaltar que sus inversiones para tecnología, infraestructura, seguridad, entre otras, estancan su propio crecimiento y aumentan el nivel de mortalidad en el sector. Según datos de las Naciones Unidas para absorber la creciente fuerza laboral mundial en 2030, se necesitarán 600 millones de empleos lo que hace que el desarrollo de las PYMES sea una alta prioridad para muchos gobiernos de todo el mundo, asimismo aumentar las inversiones anuales en pequeñas y medianas empresas en un billón generaría dividendos desproporcionados en términos de progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El reto que tienen las PYMES para continuar desempeñando su papel tan importante en la creación de empleos decentes y la mejora de las vías de subsistencia, no es nada fácil; pues hoy más que nunca dependen de un entorno empresarial propicio, incluido el apoyo para el acceso a la financiación, la información y los mercados.