El 15 de mayo se celebra en nuestro país el día del maestro, de una manera tradicional. El espíritu de la efeméride es honrar a los educadores, que de manera desinteresada y cumpliendo un verdadero apostolado, se encargan de disipar las nubes de la ignorancia, paradigma romántico concebido por la mente del inmenso Vasconcelos, que desafortunadamente va naufragando y extinguiéndose en el proceloso mar del burocratismo actual. Honremos a los maestros que cumplen puntualmente con la altura de miras de su labor.
El maestro cumple una labor capital como transmisor del conocimiento
Antecedentes.- Siendo presidente de la República Don Venustiano Carranza, firmó un decreto que declara el 15 de mayo como día del maestro. En 1917 dos diputados al Congreso de la Unión, el coronel Benito Ramírez García y el doctor Enrique Viesca Lobatón, promovieron la instauración del día del maestro, presentando ante el Congreso de la Unión una iniciativa para que fuera instituido el Día del Maestro, proponiendo que esta efeméride se verificara el día 15 de mayo.
La primera conmemoración.- Esta propuesta fue aprobada el 27 de septiembre del mismo año. La primera conmemoración del Día del Maestro en México fue el 15 de Mayo de 1918.
La Conferencia Interamericana de Educación (celebrada en Panamá en 1943) recomendó celebrar el Día Panamericano del Maestro el 11 de septiembre.
El Día Mundial del Maestro, instituido por la UNESCO, se celebra el 5 de octubre.
El 15 de mayo de 1950, el papa Pío XII, declara como patrono especial de todos los educadores de la infancia y de la juventud y patrono universal de los educadores a San Juan Bautista de La Salle
Ardua tarea.- Ser maestro no es un trabajo fácil, se necesita mucho esfuerzo, paciencia, dedicación, compromiso y responsabilidad para poder educar, formar y orientar, y para lograrlo se necesita además la ayuda de los papás y la de los mismos estudiantes. El aula no es el único espacio físico que permite al maestro volcar en el alma y en la mente de niños y jóvenes, conocimientos, enseñanzas y valores.
La labor del maestro propicia el desarrollo de las capacidades, habilidades y aptitudes del educando que inciden en la formación del ciudadano mexicano. El maestro también es formador de conciencias, es promotor social, es actor que con su ejemplo invita a la superación personal y a la solidaridad. Lucha contra la ignorancia y aporta elementos que disminuyen el rezago educativo de nuestro país.
Cada maestro, urbano o rural; de enseñanza básica o media y media superior enfrenta con humanismo la tarea que a sí mismo se ha impuesto y que la nación le ha encomendado.