Expertos aseguran que el declive de la población de la especie endémica de México, se debe a la caza furtiva del pez totoaba. Pues dicho pez abunda en el mismo hábitat que la vaquita marina, y estos ejemplares quedan atrapados en las redes junto con los pescados, los cuales se comercializan en China.
El estudio realizado por Lorenzo Rojas, de Cormac Booth, entre otros expertos, indica que de la decena de ejemplares de vaquitas marinas, tres serían crías.
Los monitoreos de esta especie en peligro de extinción iniciaron en 1999 y, desde entonces, los expertos manifestaron su preocupación por la reducción en su población.
Con el fin de tener a la especie monitoreada, se desarrollaron métodos de monitoreo acústico, los cuales indicaron que la población de vaquitas continuó disminuyendo con rapidez.