En Baja California existe un alto grado de retraso de las ciencias forenses, debido primordialmente a la ignorancia de la autoridades, lo que es grave cuando el 85% de las sentencias, condenatorias o absolutorias, dependen de las pruebas periciales, remarcó el médico forense Hugo Cervantes Cisneros.
Durante su charla “La Prueba Pericial Ante los Retos del Nuevo Sistema de Justicia Penal”, ante integrantes de la delegación Baja California de la Academia Mexicana de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México que preside el licenciado Esteban Capella Ibarra, Cervantes Cisneros dijo que el departamento forense en la entidad tiene todas las carencias.
Falta preparación de los peritos –señaló–, falta capacidad para su desarrollo, falta equipo, faltan elementos, falta presupuesto, y falta atención de las autoridades sobre el tema.
Indicó que esta situación provoca que no haya los elementos necesarios para aplicar la ley en el caso de un delito y que la sociedad se dé cuenta de que los detenidos salen al día siguiente de que son aprehendidos, lo que genera la sensación de impunidad y finalmente desinterés de los ciudadanos por presentar denuncias, situación que abona a la espiral delictiva que se vive.
El ex jefe de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado, hoy Fiscalía, añadió que a esta problemática hay que agregar la falta de coordinación entre la instancia investigadora de los delitos y el Tribunal de Justicia.
Indicó que la Procuraduría de Justicia del Estado, hoy Fiscalía General del Estado, va por su lado y el Tribunal de Justicia por el suyo, separación que agrava el índice delictivo en la entidad.
Señaló que la modernización de las ciencias forenses y el apoyo decidido, fuerte y eficaz al departamento de periciales, es el reto principal del nuevo sistema de justicia penal de México que arrancó en 2004 y que pasó de un sistema inquisitorio y escrito, a un sistema acusatorio y verbal.
Por su parte el licenciado Esteban Capella Ibarra, delegado de la Academia de Derecho Penal afirmó que es impostergable que la sociedad civil empuje la modernización de su sistema de justicia y todo lo que confluye en él como es el caso de las ciencias forenses, mediante la opinión productiva hacia la autoridad, más allá de los reclamos infructuosos. “Sin importar colores, debemos participar”.